sábado, 12 de mayo de 2018

Un lugar tranquilo (A Quiet Place)








Título original: A Quiet Place
Año: 2018
Duración: 95 min.
País: EEUU
Dirección: John Krasinski
Guion: Scott Beck, Bryan Woods, John Krasinski (Historia: Bryan Woods, Scott Beck)
Música: Marco Beltrami
Reparto: Emily Blunt, John Krasinski, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Cade Woodward, Leon Russom, Doris McCarthy.











Sigue la historia de una familia que vive en una casa en el bosque cuidándose de no emitir ningún sonido. Si no te escuchan, no pueden cazarte...





Ya sabéis que película de terror que se estrena, película de terror que no me pierdo en cines. Pero esta se me ha hecho de rogar demasiado y las buenas críticas que cada vez iba leyendo me iban doliendo más y más (y aumentando el hype)... Si es que, ¡hasta dos veces intenté ir a verla sin suerte! Para la primera, yo me puse mala. Para la segunda, era mi hermano quien enfermaba, que era con quien iba a verla. Al final, fuimos en familia a verla para celebrar el día de la madre (mi madre es gran fan del cine de terror, ¿de dónde creéis que lo he sacado yo?).
La cosa es que al final nos encantó y no decepcionó a ninguno. Que con tanta expectación, quien sabe que nos encontraríamos…


Estamos ante una de esas películas de terror que se salen del habitual slasher y de las superproducciones caras (amén de secuelas) que inundan las carteleras. Es una cinta de modesto presupuesto (lo necesario, no necesita más) que gusta de huir de los cánones habituales del cine de terror. Ya sabéis, del estilo de “Déjame salir” o “It Follows”. Yo casi la bautizaría ya como una nueva oleada de sangre fresca al género, a la que pertenecen títulos diferentes que se salen un poco de la norma y siempre introducen algún toque especial. Para “Un lugar tranquilo” ese toque está en el uso del sonido. O más bien, en la ausencia de este. Está estupendamente tratado para que te metas de lleno en la película (un 10 para todos los técnicos de sonido). Los susurros, los pequeños movimientos, los sonidos naturales, el silencio total cada vez que la perspectiva cambia y te sitúa en la piel de la hija sorda, o los sonidos fuertes que atraen a los monstruos. Realmente, os juro que llegue a mantener la respiración o a no tragar por no hacer nada de ruido. En el cine, hace que te metas de lleno en la película.


Sí, quizás la premisa no os parezca de primeras nada del otro mundo. Unos extraños seres, de los que apenas sabemos nada (no se nos informa de que es lo que ocurrió) han llegado a la tierra y matado a casi todo el mundo. Los bichos son ciegos, pero tienen un oído capaz de captar cualquier mínimo ruido y los humanos que quedan vivos se han habituado a vivir en completo silencio. Impresionante los pequeños detalles cotidianos que podemos ver. Todo aquello que los protagonistas han modificado para vivir en completo silencio (esos juegos de mesa forrados, adiós a la cubertería, ir descalzos…). Ya sabéis, típica historia de supervivencia de una familia, pero es la forma de estar contada la que la hace especial.
No es una película de terror, no os va a asustar. Pero si sobresaltar, gracias a lo bien que juega con los sonidos y las situaciones. Y logra atraparte desde el principio, situándote a ti en plena acción (la escena del parto es sublime).
Es muy amena, de duración estupenda, sin momentos de relleno y que te mantiene pegado a tu butaca sin quitarle ojo. Créeme, tú tampoco emitirás ni un sonido. Es el terror de lo cotidiano con un extra mortal.


En cuanto a los actores, están geniales, saben transmitir muchísimo sin poder hablar. Punto clave de la película. Tenemos a Emily Blunt como la madre, John Krasinski como el padre (y también director de la peli) y los hijos encarnados por Millicent Simmonds como la niña sorda y Noah Jupe. Todos crean unos personajes que son como cualquier familia, generan mucha empatía y te sitúas en su piel.
Y está claro que el silencio es un personaje más, pero también los monstruos. Muy buenos efectos especiales, cuando estos seres aparecen, se muestran con todo lujo de detalles y son muy reales. Que no por nada produce Michael Bay, que se ha tenido que aguantar las ganas de hacer explotar cosas, pero con los efectos especiales no se va acortar y va a dejar que sean un churro.


La película solo tiene un gran pero. Y no es culpa de ella. Veréis, como sabéis, está prohibido hacer ruido porque vienen los bichos y te matan en menos de 1 segundo. Lo que significa que la película es tan silenciosa como una película muda. No hay música que la acompaña, todo son sonidos naturales, y nuestros protagonistas hablan mediante lenguaje de signos y algún que otro murmullo. Eso hace que si vas al cine a verla el resto de personas que habiten la sala deben tener un mínimo de educación y estarse muy callados, porque te pueden joder la experiencia. La verdad es que yo tuve suerte (fui el día antes de que empezase la fiesta del cine, así que apenas había nadie en el cine) y la vi muy tranquila. Pero hay que tenerlo en cuenta. Ojo también con aquellos seres insoportables que se sienten narradores y deben contar lo que sucede. Para ver esta película hay que contener la respiración. Ni un sonido. 



En definitiva, id al cine a verla en cuanto podáis (o la veis en casa, pero en el cine siempre es mejor). Engancha muchísimo, te mantiene en suspense, su uso del sonido es una pasada, los actores están geniales, los bichos molan y el final es una pasada. No lo he dicho antes, pero es buenísimo. Perfecto. Me ha encantado.
Pues eso, ¿a qué esperáis?
¡Ah! Ya he leído que debido al éxito se prepara una segunda parte (nunca se pensó en hacerlo). Veremos por donde salen, pero ahí estaré sin falta.








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