sábado, 24 de febrero de 2018

La forma del agua (The Shape of Water)



Título original: The Shape of Water
Año: 2017
Duración: 119 min.
País: EEUU
Director: Guillermo del Toro
Guion: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor
Música: Alexandre Desplat
Reparto: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, Dru Viergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day, Dave Reachill.
Premios:  
2017: Premios Oscar: 13 nominaciones incl. mejor película, director y actriz (Hawkins)
2017: Festival de Venecia: León de Oro (Mejor película)
2017: Globos de Oro: Mejor director y banda sonora original. 7 nominaciones
2017: Premios BAFTA: 3 premios, incluyendo Mejor director. 12 nominaciones
2017: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
2017: Critics Choice Awards: Mejor película, director, dir. artística y banda sonora
2017: Críticos de Los Angeles: Mejor director, actriz (Hawkins) y fotografía
2017: Satellite Awards: 10 nominaciones incluyendo mejor película y director
2017: Sindicato de Productores (PGA): Mejor película
2017: Sindicato de Directores (DGA): Mejor director/película
2017: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión original
2017: Sindicato de Actores (SAG): Nom. mejor actriz (Hawkins) y actor sec. (Jenkins).






Elisa (Sally Hawkins) es una joven muda que trabaja como conserje en un laboratorio en 1963, en plena Guerra Fría, donde se enamorará de un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. 




Siempre me ha gustado Guillermo del Toro, su visión romántica del fantástico me parece original y especial. Siempre me he sentido atraída por todo lo gótico y oscuro y cuando le descubrí con “Cronos” me quedé prendada (bueno, en realidad la primera película que vi de él fue “Mimic”, pero esta no es tan ‘de su estilo’, ya me entendéis). Su sello de identidad es muy reconocible, tanto en su forma visual (un estilo gótico recargado), como con sus historias fantásticas mezcladas con ese punto de romanticismo oscuro y de violencia explícita. Vaya, que desde que lo descubrí he visto sus películas pasadas y he ido a ver sus nuevas obras. Y por nada del mundo pensaba perderme su nueva cinta, que además ha sido nominada a 13 premios Oscar (¿cuántos se llevará?) y a mí me alegra muchísimo que una cinta de género fantástico sea tenida en cuenta en unos premios como los Oscar. Que ya sabéis que el terror, el fantástico y derivados no son géneros muy bien valorados y apenas llegan a temporadas de premios (y este año hay dos, esta y “Déjame salir”). 


Estamos ante una historia de amor muy particular. Una inadaptada, que vive en una asfixiante rutina y comparte vida con otro inadaptado (un dibujante homosexual que ve como se prefieren las nuevas tecnologías a su trabajo) que, de repente, conoce a alguien que también vive apartado. Él no la juzga por ser muda, no se ríe de ella, no abusa de ella. Y surge al amor. Pero es un amor imposible que hará que ella salga de su rutina y luche por salvarlo. Pero no estará sola.

La ambientación es magnífica y tan real que parece que te hayan trasladado a la época. Los coches (¡que coches!), la ropa, las calles, las casas, la fábrica... Visualmente es una maravilla (totalmente del estilo del director y su gran imaginación para crear imágenes) y vuelve a recordarte a un siniestro cuento. Y los efectos especiales son fantásticos.
La historia te va atrapando más y más conforme avanza y juega entre la realidad y el cuento, haciéndote hasta pensar en cómo se puede enamorar de ese ser.
Y sí, ese amor por el cine, que siempre proyecta Guillermo del Toro en sus películas está aquí también. Y a mí me encanta. 


En cuanto a los actores, tenemos a nuestra protagonista Elisa, interpretada por Sally Hawkins (a la que, sinceramente, no conocía… revisando su filmografía he visto que algunas películas suyas sí que había visto, pero con roles tan secundarios que ni la recuerdo…) que es simplemente perfecta en su papel, sin hablar logra transmitirlo todo y que empatices con ella. Es carismática. Y la actriz está estupenda. Su ‘amor’ es Doug Jones, al que conocemos todos porque muchos ‘seres’ de películas son interpretados por él, verle la cara no, pero prestar su cuerpo siempre. Además, ha trabajado mucho con Guillermo del Toro (“Hellboy”, “El laberinto del fauno”…). Y para esta ocasión viste un traje de látex que recuerda al de la criatura del pantano. Octavia Spencer es Zelda, y es el contrapunto cómico, la amiga de Elisa que siempre la apoya y da el toque divertido y las palabras que faltan.
Y luego tenemos al malo de la función, un actor curtido ya en ser un psicópata, el genial Michael Shannon (soy muy fan de él desde “Boardwalk Empire”). Que irradia maldad y podredumbre. Egoísta y violento, hará lo que sea por destruir a la criatura y a todo el que se ponga por delante.
Y por supuesto, geniales también Richard Jenkins como el dibujante amigo de Elisa y Michael Stuhlbarg como el científico que ayudará a Elisa y a la criatura. 



En definitiva, una película que me ha parecido estupenda, pero que es muy probable que no sea comprendida por todos. Porque para ello, necesitas tener una mirada similar a la del director, enamorado del cine de antes (especialmente del fantástico) y no del de ahora (y de más cosas del antes que del ahora, como la creatividad de un dibujo frente a una fotografía, una cafetería con dulces caseros frente a una franquicia con tartas de cartón o un precioso cine de antaño contra los impersonales de ahora). Y dejarte llevar por su improbable fantasía y creértela, como en un cuento, que es al fin y al cabo lo que es.
Y como mi visión y la de Guillermo son muy similares, yo también salí enamorada del cine.







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