sábado, 23 de diciembre de 2017

Saw VIII (Jigsaw)






Título original: Jigsaw
Año: 2017
Duración: 91 min.
País: EEUU
Dirección: Michael Spierig, Peter Spierig (The Spierig Brothers)
Guion: Josh Stolberg, Pete Goldfinger (Personajes: James Wan, Leigh Whannell)
Música: Charlie Clouser
Reparto: Matt Passmore, Callum Keith Rennie, Clé Bennett, Hannah Emily Anderson, Laura Vandervoort, Tobin Bell, Brittany Allen, Mandela Van Peebles, Michael Boisvert, Lauren Beatty, Shaquan Lewis, James Gomez, Attila Sebesy, Josiah Black, Sonia Dhillon Tully, Tina Jung, Bonnie Siu, Paul Braunstein, Keeya King, Misha Rasaiah, Ryan Manning, Brandon James Sim, Sam Koules.








Jigsaw está de vuelta. En esta ocasión atrapará a cinco personas y las enfrentará en una serie de juegos sangrientos como castigo por sus delitos. Al mismo tiempo tiene lugar una investigación en la que científicos forenses tratan de encontrar y capturar al asesino, con la sospecha de que alguien del equipo puede ser el responsable.




Recuerdo perfectamente donde y con quien fui a ver todas las películas de “Saw” (tengo una memoria selectiva increíble, pero luego no recuerdo como se llama ningún compañero del trabajo o de clases). Exceptuando la que la censura prohibió que se estrenase aquí (esto hay veces que me cuesta asimilarlo aún y me creo que fue un sueño en el que me trasportaba a la España de la dictadura de Franco) y me tocó verla descargada en mi casa. Pero lo que con más gracia recuerdo es cuando salí del cine de ver “Saw VII” y dije claramente que eso de final cerrado tenía lo mismo que yo de top model. Nada. Y efectivamente, así fue. Han pasado 7 años desde aquello y la saga ha vuelto. ¿Y después de esta octava entrega habrán más?, preguntareis, ¡Pues claro! Si quieren, sí. No problem.




¿Qué de que va? ¿De verdad me lo preguntáis? Pues un grupo de 5 personas se despierta. Están encerrados en lo que parece ser un granero y para continuar con vida deben pasar una serie de pruebas, donde afrontarán sus miedos y pecados. O la palmarán. Todo parece ser obra de un imitador de Jigsaw, ¿o quizás no? Mientras, la policía, investiga unos asesinatos e indaga también en si Jigsaw sigue matando a gente o no.







Como sabéis, todas las películas de la saga han seguido el mismo esquema, la primera (2004) sí que fue muy original y rompió esquemas, el resto la fueron copiando añadiendo más sangre y desvirtuando un poco el espíritu de la original…: un grupo de gente encerrada por Jigsaw debe superar unas pruebas (que implican divertidas torturas varias) mientras fuera, los policías investigan las desapariciones y asesinatos. Después, a punto de acabarse la cinta, cierran con un giro de guion. Esos giros de guion (míticos en la saga) eran los que daban vidilla e interés extra (además de las burradas gore cada vez mayores) a todas las secuelas.
Recordemos que “Saw VII” terminó bastante bien, dejó bien hilada la saga e incluyó muchas referencias a la “Saw” original. Pero… ¿Qué pasa ahora con la octava entrega? ¿Qué diferencias aporta al resto de la saga? Pues esta intenta seguir un camino más original que el de las secuelas, con giros de guion y jueguecitos de tiempos. Muy del estilo de cómo empezó todo. Además, al igual que en la 1ª, la casquería no es excesiva (la sangre y tripas varias fueron aumentando con el pasar de los años).


Lo que me lleva a analizar uno de los pilares clave: las trampas. Es el punto más flojo de esta película. Ni las trampas son originales, ni hay apenas gore. Ya no hay desafíos como el de arrancarse partes del cuerpo para sobrevivir (la escena del ojo siempre será mi favorita). ¿Qué gracia tiene quedarse encerrado en un granero en el que ‘llueven’ cuchillos? ¿O una máquina alimentada por un poco de sangre? La única más emocionante es esa especie de cepo para osos que requiere sacrificar una pierna para salir de ella.
No, en esta entrega las trampas no se te quedan grabadas y no impactan. Es el punto más flojo de la cinta con respecto a las otras.




Pero tiene logros, por supuesto. Su giro final es bueno y su forma de hilar con la 1ª entrega también (aunque todo en menor grado que su predecesora). Es curioso como una premisa que nunca te terminas de creer (que haya un imitador de Jigsaw) acabe calando y te acaben sorprendiendo con el giro final. Giro totalmente aceptable y que te deja satisfecho.
Además, volvemos a ver al muñeco Jigsaw y la BSO es muy parecida a la original y enseguida, nada más oír los primeros acordes, recuerdas la genial 1ª película. Y también volvemos a ver a Tobin Bell, al que siempre es un gusto ver por la saga (del resto de actores, ni me molesto en mencionarlos. O son planos, o mera carnaza para descuartizar en las trampas).





Conclusiones, recomendada para los fans de la saga. Puede verla alguien que no las haya seguido mucho, pero la verdad es que es recomendable ser seguidor. Porque hila bastante con las demás y porque mola ir recordando las películas.
Ha perdido frescura, es obvio, y además le faltan trampas más jugosas y más sangre, pero aun así es entretenida y hará pasar un buen rato a sus fans. ¿Y que más pedirle a la octava entrega de una saga?










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