sábado, 7 de octubre de 2017

Limpiando el disco duro (12)




Seguimos con una nueva entrega de mi sesión de limpieza habitual. 
Seguid leyendo para ver a mis elegidas :P




El Superpoderoso
(Poliziotto superpiù)



Italia, 1980; Duración: 97 min., Director: Sergio Corbucci, Guion: Sabatino Ciuffini, Música: Fratelli La Bionda, Reparto: Terence Hill, Ernest Borgnine, Joanne Dru, Marc Lawrence, Lee Sandman, Harold Bergman, Sal Borgese.
Género: comedia, acción, fantástico, superhéroes.

Sinopsis: Dave Speed (Terence Hill) es un superpolicía, ya que desde que sufrió una exposición accidental a radiación nuclear, ha desarrollado increíbles poderes. Puede ver a través de paredes, evitar accidentes de tráfico, mover camiones sin conductores y caerse por una ventana y llegar al suelo totalmente ileso. Pero estos poderes también le causan problemas; el color rojo es su debilidad. Willy está enamorado de Rosy Labouche, una estrella del cine, y él y su compañero serán enviados al aeropuerto a protegerla cuando la actriz llegue a la ciudad.


Lo mejor: que guapo y que gracioso que es Terence Hill, estoy enamorada de él. Pero volviendo al lado objetivo… es la típica comedia que hacía Terence en esta época, con su amigo Corbucci dirigiendo (“Par-Impar” o “Quien tiene un amigo… tiene un tesoro” son las dos que hizo con el famoso dúo). La única diferencia radica en la ausencia de Bud Spencer, que es sustituido por Ernest Borgnine en un papel muy similar.
Divertida, cómica y con el toque especial de los superhéroes. Se hace entrañable, con ese humor un tanto naíf, y esas situaciones tan surrealistas por las que pasa, que siempre acaban llevando a una escena de hostias en las que nunca muere nadie.
Y sí, Terence vuelve a comer habichuelas. Ya sabéis que desde la mítica escena de “Le llamaban Trinidad” fue una constante en sus películas.

Lo peor: está Borgine, que me encanta, pero… yo extrañaba la pareja Bud-Terence, entendedme. Además, ese papel le hubiese pegado al bueno de Bud.
La cinta no es gran cosa, y si no eres muy fan de Terence Hill y de su humor, no creo que convenza. Está muy pensada para la gente que disfruta con él (que somos mucho, eh, que por algo hizo tantísimas comedias).

Conclusiones: para fans de Terence Hill y sus comedias, divertida, con los gags cómicos habituales… es una estupenda manera de desconectar y divertirse. Además, el punto de que Terence Hill sea un superhéroe es muy divertido, ¡si hasta tiene su propia kryptonita!




Critters


EEUU, 1986; Duración: 90 min., Director: Stephen Herek, Guion: Stephen Herek, Don Opper, Dominic Muir, Música: David Newman, Reparto: Scott Grimes, Dee Wallace, M. Emmet Walsh, Billy Green Bush, Nadine Van Der Velde, Terrence Mann, Don Keith Opper, Billy Zane.
Género: terror, fantástico, ciencia-ficción, comedia, comedia de terror.

Sinopsis: Ocho alienígenas hambrientos llegan a la Tierra buscando alimento. En su camino se encuentran con la familia Brown que, sin saberlo, se convierte en el plato principal de su menú. Sin embargo, los Brown contarán con la ayuda inesperada de una pareja de cazadores intergalácticos...



Lo mejor: los bichejos molan mil y me encanta que estén animados a la antigua usanza (en esta época era lo normal, pero ya me entendéis), me parece la mejor forma de darles vida (que sí, hay efectos especiales impresionantes a día de hoy, pero nada más ‘real’ que el uso de estos muñecos). A cargo de los animatronics, están los mismos que crearon a los geniales payasos de: Los payasos asesinos del espacio exterior.
La película vino a este mundo gracias al éxito de “Gremlins” y supuso un pelotazo considerable.
Estamos ante una pequeña Serie B que con su poco presupuesto logró maravillas. De guion muy sencillo, mucho humor (los cazadores de Critters son para morirse y la referencia a “E.T.” una gracia) y fantasía, con pocos actores (y muy correctos) y escenarios, pero muy efectiva. Sin olvidarse de los monstruitos, de divertido diseño. ¿Quién no querría a esas bolitas de pelo con dientes de piraña y muy mala hostia? (yo sí, ¡vale!).
En definitiva, una peli que no es nada del otro mundo, pero que entretiene y te hace pasar un rato ameno.

Lo peor: tiene bajones de ritmo en su tramo medio. No innova mucho tampoco, y los personajes son topicazos.

Conclusiones: cuando era pequeña vi a los “Gremlins”, y me encantaban, pero nunca conocí a sus primos de Serie B, los Critters. Mira que muchas veces han hecho la película en TV, pero siempre me decía: “ya la veré otro día, que la tengo en el disco duro” y así han pasado los años, hasta ahora… la verdad es que es muy divertida y que debía haberme animado antes. Tengo que ver que tal las secuelas.
En cuanto a si la recomiendo, sí. Si aún no la habéis visto hacedlo. No se parece tanto a los Gremlins, ni mucho menos (solo la idea de los monstruitos). Y es gamberra y divertida.





La maldición de la calavera
(The Skull)  


Reino Unido, 1965; Duración: 83 min., Director: Freddie Francis, Guion: Milton Subotsky (Story: Robert Bloch), Música: Elisabeth Lutyens, Reparto: Peter Cushing, Christopher Lee, Patrick Wymark, Jill Bennett, Nigel Green, Patrick Magee, Peter Woodthorpe, Michael Gough.
Género: terror.

Sinopsis: El profesor Christopher Maitland, un coleccionista de antigüedades con tendencias ocultistas, compra una calavera a Marco, un hombre extraño con el que tiene tratos. Según Marco, la calavera fue robada de la tumba del Marqués de Sade. Sir Matthew Philips, amigo de Christopher, le advierte del peligro de tocarla, asegurándole que una vez fue suya, pero que se la robaron. Christopher se obsesiona con la calavera, que acaba apoderándose de él y obligándole a cometer una sucesión de horribles asesinatos.



Lo mejor: Christopher Lee y Peter Cushing compartiendo pantalla, haciendo de dos buenos caballeros británicos (ambos con el título de Sir, título que Lee conseguiría de verdad años más tarde); que juegan al billar, fuman puros, beben en sus copas y discuten de arte y coleccionismo. Más puramente british imposible. Verlos a ellos siempre es un gozo. Mira que me encantan.
La historia es entretenida y macabra, sobre la calaverad del marqués de Sade, que incluso estando muerto, sigue atormentando y torturando a la gente.

Lo peor: bueno, los años pasan, está claro, y esta es una producción menor de la Amicus (la “rival” de la Hammer en el terror), pero yo no le pondría ningún pero.

Conclusiones: si no me equivoco, esta era la última película que me quedaba sin ver de Lee y Cushing compartiendo pantalla (la he ido retrasando adrede, no es creáis). Ahora estoy un poco triste, como huérfana… en fin, siempre podré volver a verlas y me queda haberla disfrutado muchísimo.
Cierto que no es el título más importante de ellos, ni es la cinta más conocida, pero tiene esos elementos terroríficos de la época y a dos grandes del terror. Si os gustan ellos, y el terror británico de entonces, no dudéis en verla porque merece la pena.




Nuestros maravillosos aliados
(Batteries not Included)



EEUU, 1987; Duración: 106 min., Director: Matthew Robbins, Guion: Brad Bird, Matthew Robbins, Brent Maddock, S.S. Wilson (Argumento: Mick Garris), Música: James Horner, Reparto: Hume Cronyn, Michael Carmine, Jessica Tandy, Frank McRae, Elizabeth Pena, Dennis Boutsikaris.
Género: fantástico, ciencia-ficción, comedia.

Sinopsis: Los empobrecidos residentes de un bloque de apartamentos amenazado de demolición por un grupo de especuladores del suelo consiguen la ayuda milagrosa que esperaban en forma de unos pequeños platillos volantes extraterrestres que necesitan la electricidad suministrada por los apartamentos para sobrevivir. En agradecimiento lucharán con ellos contra los especuladores. 



Lo mejor: aunque Spielberg esté únicamente presente en la productora, su sello se nota a kilómetros. Podría perfectamente ser una cinta del bueno de Steven, con lo que le gustan a él las historias tiernas de robots (o cualquier ser) que llegan a la tierra… (la cinta es de Amblin, la productora de Spielberg).
Es una película curiosa y adorable. Resulta muy tierna. Mezcla el drama (típicos abueletes que van a ser desahuciados), la comedia y la ciencia-ficción y crea algo muy particular.
Los robots son muy curiosos, desde luego no los olvidas… son como pequeñas naves espaciales de ojos grandes. Resultan adorables (aquí todo lo es).
Y cuenta con buenos actores, en especial todos los abuelos están entrañables. Destacando a la genial Jessica Tandy, que es la mejor.

Lo peor: no es nada del otro mundo, resulta bastante ñoña y es un poco anodina. Como se ve, se olvida.

Conclusiones: adorable es la palabra que la mejor la define, tiene un encanto especial. Es amable y perfecta para verla un día en el que te apetezca algo ligerito y carente de tristezas, esos días en los que buscas que te saquen una sonrisa.
Sinceramente, no sé qué hacía en mi disco duro (ni cuando llegó a mí)… pero bueno, me lo pasé bien con ella. Hay días en los que a una le apetece algo cuqui-ochentero y dejar descasar al gore y a los cowboys.

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