sábado, 10 de junio de 2017

Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales)






Título original: Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales
Año: 2017
Duración: 129 min.
País: EEUU
Director: Joachim Rønning, Espen Sandberg
Guion: Jeff Nathanson (Personajes: Ted Elliott, Terry Rossio, Stuart Beattie, Jay Wolpert)
Música: Geoff Zanelli
Reparto: Johnny Depp, Javier Bardem, Brenton Thwaites, Kaya Scodelario, Geoffrey Rush, Orlando Bloom, Kevin McNally, David Wenham, Stephen Graham, Adam Brown, Golshifteh Farahani, Martin Klebba, Goran D. Kleut, Jessica Green, Paul McCartney, Keira Knightley.









El capitán Jack Sparrow se enfrentará a un grupo de piratas-fantasma comandados por una de sus viejas némesis, el terrorífico capitán Salazar, recién escapado del Triángulo de las Bermudas. La única posibilidad de Sparrow para salir con vida es encontrar el legendario Tridente de Poseidón, un poderoso artefacto que le da a su poseedor el control de los mares.


Aviso: la reseña contiene spoilers.


Son ya años con la saga de Piratas del Caribe. Tendría unos 12/13 años cuando fui al cine a ver la primera película, recuerdo que salí enamorada de los piratas, probablemente sería la primera película de piratas (con actores, no de dibujos) que vi. Recordemos que el género estaba tan muerto como el western, la culpable: “La isla de las cabezas cortadas” (que yo vi poco después de ver esta en cine y recuerdo que me gustó mucho). Johnny y su Jack Sparrow revitalizaron el género (para el western, faltaba más tiempo aun) y los piratas volvieron a estar de moda. Y es que la película lo valía, y mucho, tenía de todo. Muy buenos personajes, con mucha personalidad y definidos (yo ya me hice fan de Geoffrey Rush y su Barbossa aquí), peleas a espada, batallas de barcos, maldiciones y esqueletos, una historia muy entretenida, estupendos efectos especiales… salí enamoradísima perdida y con ganas de más (y con una tristeza enorme por Barbossa) pero todo se resolvería tres años más tarde (y la cosa seguiría y seguiría…).
Yo he visto todas las películas en el cine (curioso, cada vez con un grupo de personas diferentes) y la verdad es que las he disfrutado todas mucho. Obviamente como las primeras, ninguna, pero me hacen seguir soñando con aventuras piratas, con barcos y con el océano. 


El capitán Salazar busca vengarse de Jack Sparrow por la maldición que sufrió hace años, cuando en un enfrentamiento entre ambos, Jack le hizo entrar en el Triángulo de las Bermudas. Ahora, son unos piratas-fantasma muy peligrosos que harán lo que sea por encontrarle. Con la ayuda de Barbossa, una misteriosa joven condenada por brujería y el hijo de Will Turner, que quiere rescatar a su padre, tendrán que encontrar el Tridente de Poseidón, con el que podrán detener todas las maldiciones.



Las películas han ido de menos a más, eso está claro. “Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra” (2003) fue genial. Ya lo he dicho antes, lo tenía todo. Su grandísimo éxito hizo que tuviese secuela: “Piratas del Caribe: el cofre del hombre muerto” (2006). Seguía la misma estela que la primera, revivía a Rush y su genial Barbossa, conocíamos más a los protagonistas, secundarios geniales (como los piratas Pintel y Ragetti) tenían más protagonismo, y toda la mitología del mar se ampliaba muchísimo. Y, empezábamos a conocer al que sería el mejor villano de la saga: Davy Jones. Un año más tarde ya teníamos la siguiente: “Piratas del Caribe: en el fin del mundo” (2007). Continuación natural de la primera. Fue la última que contó con Will (Orlando Bloom) y Elizabeth (Keira Knightley) y que cerraba la historia de Davy Jones. La saga parecía cerrada (y de forma estupenda). Pero no fue así, años más tarde llegó: “Piratas del Caribe: en mareas misteriosas” (2011). Empezó de cero, por así decirlo. Era como si las demás no hubiesen existido o esta fuese una aventura anexa (cosa muy descolocante). Conocíamos a Barbanegra (Ian McShane) y se apuntaba Penélope Cruz como pirata. Ya no estaban ni Elizabeth ni Will y metieron a otra parejita. El malo no imponía tanto (¡y eso que era el genial Ian McShane!), pero seguían los geniales Jack y Barbossa. Y llegamos al 2012 con esta que nos ocupa hoy, “Piratas del Caribe: la venganza de Salazar”. Que si vuelve a vincularse con las anteriores, tenemos reencuentros, conocemos más a Barbossa y hay nuevo malo; el capitán Salazar, interpretado por Javier Bardem.  



Esta nueva aventura pirata retoma más sus orígenes, tiene un comienzo excelente y lleno de acción (persecuciones, guillotinas…). Y es muy divertida, te lo pasas muy bien con ella, llena de acción y batallas. Me sigue encantado el Jack Sparrow de Johnny (los críticos dirán que se repite, pero es la gracia del personaje… vale, es el único que no ha evolucionado nada, pero es que dejaría de tener su gracia. Y bueno, aquí intentan contra un poquito más de él) y el Barbossa de Geoffrey Rush (siempre ha sido mi personaje favorito). Los ingredientes de siempre están: acción, humor y muchas aventuras. Y el malo nuevo es bueno, Bardem está genial como Salazar y le pega mucho. Pero…


Obviamente tiene sus ‘peros’. Estamos ya ante la 5ª película de una saga, todo es repetido ya. No hay nada nuevo y se hace rutinaria (incluso la historia es menos emocionante y mítica). Han metido a una parejita joven y nueva que intentan ser Will y Elizabeth (lo mismo que hicieron en la anterior, con la sirena y el chico), pero no termina de funcionar. Cuando en una saga empiezan a entrar los ‘hijos de’ la cosa empieza a fallar… no hay apenas gancho con ellos, a pesar de los lazos familiares que les meten.
Y luego está el final de Barbossa (esta vez sí, aunque nunca se sabe, por mucho que el actor ya haya dicho que no cree posible volver), al que le han querido dar más importancia y una historia por detrás, que no me ha terminado de gustar. Forzado y típico, eso de añadir una hija perdida por la que morir. A ver, sí que me ha gustado, pero no que muera. ¿Por qué siempre matan a mis favoritos? (ains, mi pobre Barbossa). 


Por otro lado, han querido cerrar bastante bien toda la historia, eliminando todos los mitos marinos y dejando que Will y Elizabeth puedan ser felices juntos (aunque en la escena post-créditos nos dé a entender que puede que Davy Jones siga vivo…), es el punto de ‘morriña’ que da esta película (cosa que olvido la anterior), volverlos a ver juntos y que todo parezca que finalice bien.
En fin, buenos actores con sus queridos papeles de siempre, excelentes efectos especiales (los nuevos malos son flipantes, siempre parece que estén bajo el agua, el pelo flota. Una pasada), una historia interesante, un nuevo malo que da juego, conoces más a algunos de ellos, momentos emotivos, humor y su mítica BSO…


En definitiva, sí que la recomiendo. Obviamente no esperéis que sea como la primera o sus dos secuelas. Pero os lo pasareis bien si os ha gustado de siempre la saga (que conste que a mí me gustó la anterior también), al tener ese puntito de enlace con las anteriores da una buena sensación. Ver a Jack y Barbossa de nuevo siempre es un placer, porque me encantan. Y los piratas son geniales. No os la perdáis (si os mola Jack y sus aventuras).
“Hou Hou Hou un gran pirata soy…”









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