sábado, 28 de noviembre de 2015

Las últimas supervivientes (The Final Girls)






Título original: The Final Girls
Año: 2015
Duración: 92 min.
País: EEUU
Director: Todd Strauss-Schulson
Guion: M.A. Fortin, Joshua John Miller
Música: Gregory James Jenkins
Reparto: Taissa Farmiga, Malin Akerman, Adam DeVine, Thomas Middleditch, Alia Shawkat, Alexander Ludwig, Nina Dobrev, Chloe Bridges, Angela Trimbur, Dave Randolph-Mayhem Davis, Patrick Kearns, Lauren Gros.
Premios: 
2015: Festival de Sitges: Premio Especial del Jurado y Mejor guion.










Un grupo de amigos son absorbidos por una pantalla de cine para encontrarse en medio de un slasher ochentero en el que se convertirán en las víctimas del psycho-killer de la película.



Selfies con los asesinos... la nueva invasión en
la comedia de terror

El género slasher está muy gastado, es cierto. Se le ha exprimido hasta la última gota, y tampoco es que fuese un subgénero muy novedoso ni en su día. Básicamente, cogemos el género del terror y metemos la ‘variante adolescente’. Así que, tenemos a un psicópata de origen muy variado (aquí se puede inventar al gusto), que acabará matando de formas muy variopintas a un grupo de adolescentes bastante idiotas (aquí la cosa oscila entre atontaos, o gilipollas nivel supremo).
Tiene tópicos a mansalva que se repiten y los adolescentes (en su mayoría, interpretados por actores que oscilan los 30 años) siempre tienen los mismos perfiles.
Así que encontrar una cinta como esta de la que os hablo hoy, divertida y en cierta parte mordaz consigo misma es todo un hallazgo. Porque hace un poco de homenaje al género y se burla de el de una forma muy divertida. Aunque no todo es perfecto y tiene sus fallos… pero eso ahora lo detallo.


Grupo de gilipollas número 1

Lo que más me moló de la película es que los protagonistas se meten dentro de un slasher. Más concretamente, dentro de una famosa saga titulada: “Campamento sangriento”, que protagonizó y dio la fama a la madre de una de las chicas, que murió en un accidente de tráfico.
La historia viene cuando a nuestra protagonista le proponen ir a un maratón sobre las pelis, reacia al principio a ir porque el recuerdo de su madre aun le duele, acaba acudiendo y, encima, metiéndose dentro de la película cuando el cine se incendia e intenta huir junto a sus amigos detrás de la pantalla del cine. Automáticamente se trasladan, sin poder creérselo, a la peli que estaban viendo.


El caso es que molaría mucho meterse dentro de una
película de terror...

La cinta tiene puntazos como: los bucles temporales, ya que al meterse dentro de la película, si no se unen al grupo cuando estos aparecen, todo se repite hasta que suban a la furgoneta y se dirijan al campamento. Tampoco pueden salirse de los límites de donde supuestamente grababa la cámara la película. También me encantó el detalle de los flashbacks, cuando aparece uno, nuestros protagonistas se trasladan a un mundo en blanco y negro. Hasta aparecen carteles (los típicos que marcan fechas o cosas así) a los que les puedes pegar una patada y todo. Y en cuanto a su final, bueno, tiene su puntito.
Y además, no pueden faltar las referencias al mundo slasher, que molan. Así que veremos las típicas situaciones (sexo, persecuciones, asesinatos…), aderezadas con los personajes y el asesino pirado de siempre.


Adam DeVine mola, pero aquí está para darle un par de hostias....

Pero, volvamos a lo dicho anteriormente, la película fallos tiene unos cuantos (vistos desde mi punto de vista). El primero de ellos es que esto es más comedia que terror-slasher. Así que poco gore vais a ver, lo que choca un poco con su supuesta trama, lo sé, pero es lo que hay.
Por otra parte, hay momentos cómicos que no funcionan en absoluto… más bien producen un poco de vergüenza ajena. La mayoría de ellos viene de la mano de la guarrilla de turno y del tío que se las quiere tirar a todas, que está pasado de vueltas en su máxima expresión.
Tampoco me terminan de convencer ciertos aspectos del guion cuando se va al melodrama. A ver, el guion funciona bien en general, pero peca de momentos de bajón de atención y mayor aburrimiento, que vienen dados por los parloteos madre-hija. Y todo esto, es debido a lo dicho anteriormente, la película es más comedia que slasher. Y apenas se centran en nuestro asesino psicópata de turno, este es sólo una mera excusa para la acción que sucede.


Grupo de gilipollas número 2
Ahora, lo que si iguala a cualquier slasher que se precie son nuestros protagonistas, que cumplen con los roles de los protas de los slasher de toda la vida, pero actualizados al 2015. Si, planos por completo, pero a la manera actual y no de los 80. El grupo está formado por la chica sensata, la friki, el enteradillo del cine de terror, la guapa y el guapo tontorrón.
Y estos, chocan contra el grupo de la película en la que se meten, que lo forman el más típico grupete del mundo slasher de los 80. Adolescentes salidorros en un campamento (“Viernes13” total). Aquí tenemos a la chica buena y virgen que quiere dejar de serlo, la salida, e idiota, que se tira a todo el mundo, el tío idiota que se las quiere tirar a todas, el negro (sí, es un prototipo en sí mismo) y la malota alternativa (gótica, rockera…) que pasa de todo.
Justamente, los puntos cómicos que mejor funcionan son por ese “choque” de adolescentes de diferentes épocas.


¿1 euro por cada vez que veamos esta situación?

La historia del malo viene a ser la de Jason en “Viernes 13”, pero tristemente no se ahonda mucho en ella. Y las muertes, escasas y sin sangre (repitamos juntos: “es comedia, no terror”). Yo la compararía un poco a esta oleada que hemos tenido en televisión con series como "Scream" o "Scream Queens".

Y cambiando de tema, hablemos de los actores. En su mayoría, pecan de sobreactuación, pero hecha adrede (¿homenaje también al slasher?). De todos ellos, mención especial a Adam Devine (¡con lo gracioso que es en “Modern Family”!) que se merece una paliza por estúpido y odioso. Luego tenemos a Taissa Farmiga que repite exactamente el papel que hacía en “American Horror Story”. Y poco más que comentar del resto…

Final Boss

En definitiva, hay que avisar que es una película que puede decepcionar mucho dependiendo de cómo la veas. Yo la vi sin saber ni de que iba prácticamente, vi su poster molón y me la puse. Pero si llego a leer antes más sobre ella, como esas comparaciones con “Tucker & Dale contra el mal”, creo que hubiese salido muy cabreada y ofendida por la comparación. Lo que hay que esperar es ver una comedia tontorrona con su toquecito original, que acierta con algunos puntos sarcásticos sobre el slasher.
Yo pasé un rato entretenido viéndola, pero no va más allá y es una lástima, porque si se hubiese centrado más en la sangre y no en esa comedia bobalicona y el drama madre-hija, hubiese salido algo más del gusto de los fanáticos del cine de terror (y todas sus variantes), pero divaga entre género y no se centra en ninguno. Pero aun así, se deja ver y ¡me gustan las tomas falsas que te ponen al final! El pobre Adam DeVine se descojonaba que no veas… ¡normal con ese papel!


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