sábado, 18 de julio de 2015

El bueno, el feo y el malo (Il buono, il brutto, il cattivo)








Título original: Il buono, il brutto, il cattivo
Año: 1966
Duración: 161 min.
País: Italia
Director: Sergio Leone
Guion: Agenore Incrocci, Furio Scarpelli, Luciano Vincenzoni, Sergio Leone (Historia: Luciano Vincenzoni, Sergio Leone)
Música: Ennio Morricone
Reparto: Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Eli Wallach, Aldo Giuffrè, Mario Brega, Rada Rassimov, Luigi Pistilli, Aldo Sambrell, Enzo Petito, Claudio Scarchilli, Al Mulock.










Durante la Guerra de Secesión, tres hombres se lanzan en busca de un arca que contiene 200.000 dólares en monedas de oro robadas al ejército sudista. Tuco sabe que el tesoro se encuentra en un cementerio, mientras que Joe conoce el nombre inscrito sobre la lápida sepulcral que sirve de escondite. Se necesitan el uno al otro. Pero aparece un tercer hombre: Setenza, un desalmado que no vacila en masacrar a mujeres y niños para conseguir lo que quiere.






Creo que todos tenemos una película que es LA película. Puede ser una sola, o varias, cada una para un género. En mi caso, “El bueno, el feo y el malo” es MÍ película de western favorita, es exactamente LA película. Ya sé que realmente es un espagueti western, pero yo no hago diferencias entre los subgéneros del western. Si tengo que elegir una cinta del oeste, siempre me quedaré con esta. Que si, las de John Ford son geniales. Y John Wayne es un grande, pero Tuco, Rubio y Sentencia siempre serán mis héroes. Y Leone y Morricone también, por supuesto.
Además, ese aire más cachondo y libre del western europeo me atrae mucho más. Y sí, sé que hay cada espagueti western que te puedes morir, pero no los de Sergio Leone, que son geniales. Y la película de la que hablo hoy, para mí, es la más redonda de todas las que hizo.

Mi amor ‘consciente’ al western es bastante reciente, de pequeña veía muchas películas del género con mi abuelo en la difunta Canal 9 (mientras hacia los deberes). En ocasiones me enganchaban, en otras no… recuerdo con claridad escenas de títulos como “Le llamaban Trinidad”, “Horizontes de grandeza” y la mismísima “El bueno, el feo y el malo”, además de otras de Clint. Me gustaba ver trocitos de esas, pero ni sabía sus títulos. Pero no hace mucho me puse a fondo con el western, recordé e identifiqué esas películas de cuando era peque y además me aficioné.



Pero dejo atrás mi pequeña introducción y voy a centrarme en la película. Es complicado hablar de una película de la que tanto se ha comentado ya, así que iré escribiendo como salga.
De todos es sabido que “El bueno, el feo y el malo” forma parte de la ‘trilogía del dólar’ de Leone. Siendo previas “La muerte tenía un precio” y “Por un puñado de dólares” que comparten protagonista, a Clint Eastwood como el hombre sin nombre, y al mítico poncho que suele vestir (aunque el famoso poncho lo encuentra en esta película).
Y hay una cosa que siempre le ha dolido un poco a Clint, y es que él no es el protagonista de “El bueno, el feo y el malo”, eso recae en el genial Eli Wallach, interpretando a Tuco, 'El feo'. Quien quiera leer las rencillas entre Leone y Clint, el enfado por no ser protagonista y tener un papel menos definido que el de Tuco, pues hay muchos libros que lo relatan. Que tampoco es plan de extenderse mucho…


Eli Wallach es Tuco, 'el feo'.

Porque voy a admitir una cosa, nunca he sido una gran fan de Clint. Me gusta, sí, me mola verle actuando (que siempre hace el mismo papel, pero bueno…) y dirigiendo, pero a mí quien me gusta es Eli Wallach. Así que, hablemos ya de los tres actores principales y sus roles en la cinta.
Como mi favorito es Eli, pues empezamos por él y su Tuco. Sin lugar a dudas, es lo mejor de la película. Carismático, divertido, sin vergüenza y con su corazoncito (un poco, al menos). Es un bandolero y un tío borde que sabe cómo buscarse la vida. Es el mejor detallado psicológicamente de todos.
El papel era el favorito de Leone y le encantó desarrollarlo. Eli también adoraba a Tuco, 'El feo', y así salió su estupenda interpretación. Con esa sonrisa pícara y su lengua viperina es imposible no adorarle. Desde luego, el alma de la película es él, que rápidamente cae bien al público y se le coge cariño. Míticas son ya la mayorías de sus escenas y frases (como sus insultos… “hijo de mil padres, todos tan bastardos como tú”).
Además, Eli Wallach siempre ha sido un actorazo que me encanta, actuando en multitud de roles diferentes (pero nunca fue lo debidamente reconocido). Aunque sin duda, por el que más ha sido recordado siempre es por ser ‘el feo’. Pero ya en su sus inicios, con su papel en la estupenda “Baby Doll” se le veía mucha madera.


Lee Van Cleef es Sentencia, 'el malo'.


Luego está Clint, el hombre sin nombre, el del poncho… (aquí llamado Rubio, Blondie en inglés) que repite en su habitual papel de tío duro, invencible, listo y guaperas. Puede que en un principio el quisiese más protagonismo, pero otro papel no le quedaría, nunca podría ser ni 'el feo' ni 'el malo', pero como ‘el bueno’ siempre lo borda. Nació para esos papeles de hombre misterioso e indestructible.
Y por último, 'el malo', el estupendo Lee Van Cleef, al que ya vimos con Sergio Leone en la anterior película, “La muerte tenía un precio”. ¿Qué decir de él? Un secundario de esos de lujo, que borda el papel de Sentencia, al igual que sus dos compañeros su rol. Un gusto verle también, con esos ojos penetrantes y su silueta alta y vestida de negro.



Clint Eastwood es Rubio, 'el bueno'.

Diversión, acción y un toque de humor son los ingredientes principales de la cinta.
Cuenta con todas las señas de identidad que Leone adoraba y que se reflejaban en su manera tan personal de hacer cine, así que no faltan esos primerísimos planos a los ojos de los actores (que me encantan. Ese duelo final es magnífico). Y por supuesto, no se puede dejar de nombrar la impresionante y perfecta banda sonora del maestro Ennio Morricone. Siempre genial él, y la de esta película específicamente es de las más inolvidables.

La cinta tiene muchas anécdotas de rodaje, como la casi-muerte por decapitación de Eli en la escena en la que se corta las esposas en las vías del tren, la explosión del puente antes de lo previsto por parte de nuestro ‘querido’ ejército (que tocó rehacerla), el ácido que se bebió el pobre Eli sin querer porque un listo rellenó un bote de refrescos con el susodicho líquido… pero no acabaría nunca. Y por supuesto, al igual que las demás, la película se rodó en parte en España, específicamente en Almería. 



A Sergio Leone le gustaba hacer películas largas, bastante, es así. Y siempre se las recortaban y acababa enfadado (pobre, murió del disgusto que le supuso “Érase una vez en América” y los cortes que le imponían, todos lo sabemos). Y “El bueno, el feo y el malo” no es una excepción, la versión más conocida dura 2h, pero la original son 3h.
Yo siempre que me la pongo, veo la extendida (que para algo tengo mi bonita edición en blu-ray) no es que se pierda mucho, pero es 1h hora más de aventuras y acción y eso me gusta. Entre algunas de las escenas, conocemos a los bandidos “amigos” de Tuco, la tortura por parte de Tuco a Rubio en el desierto es bastante más larga, también hay más escenas en la parte del vuelo del puente…




Desde luego, es una película que siempre, siempre recomiendo. Si aún no la habéis visto, debéis hacerlo. Y si ya la conocéis, pues a volver a verla. A mí me gusta mucho revisarla de vez en cuando.
El trio de protagonistas es ya mítico y es un gusto verles. Lo hacen genial y te diviertes mucho, en especial con mi querido Eli ‘Tuco’ Wallach, ya os lo he dicho…
Y nunca es mal momento para ponerse con el cine de Sergio Leone, porque merece mucho la pena.






Detrás de las cámaras



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