sábado, 13 de junio de 2015

La noche del terror ciego - ¡Larga vida a los zombis templarios!






Título original: La noche del terror ciego
Año: 1971
Duración: 97 min.
País: España
Director: Amando de Ossorio
Guion: Amando de Ossorio
Música: Antón García Abril
Reparto: Lone Fleming, César Burner, Helen Harp, Joseph Thelman, Rufino Inglés, Verónica Llimera, Simón Arriaga, Francisco Sanz, Juan Cortés.













Bette llega a Lisboa por motivos de trabajo, donde encuentra a Virginia, antigua compañera de internado, la cual está acompañada por Roger. Los tres deciden pasar unos días en un parador de turismo. Viajan en un pintoresco tren y pronto se despiertan los celos entre las dos amigas. Virginia decide bajarse del tren y llega a un pueblo desierto presidido por una abadía. Se acomoda en una de las casas y se dispone a dormir, cuando empiezan a ocurrir cosas extrañas y terribles. Mientras tanto, Roger y Bette han pasando la noche en el parador y están intranquilos por su amiga y deciden ir en su busca.





Soy de tirar mucho hacia el cine casposillo, ya lo sabéis. Pero esta vez me apetecía explorar el cine de este estilo español. Pero ojo, estamos hablando del de terror, no me refiero a las películas de Landa, Ozores y demás fauna. Así que, mi padre me recordó una en la que teníamos nada más ni nada menos que a ¡zombis templarios! (bueno, pseudo-templarios, se les da un aire bastante importante, pero en ningún momento de la cinta se dice que lo sean).
Pero resulta que no es una sólo película, es toda una saga de cuatro cintas protagonizadas por estos peculiares zombis. Todo empieza con esta, “La noche del terror ciego”, y continúa con: “El ataque de los muertos sin ojos”, “El buque maldito” y “La noche de las gaviotas”. Yo sólo he visto esta de la que os hablo hoy (por el momento, me gustaría ver las demás también) así que me centraré únicamente en ella.



Todas ellas, fueron creadas por el director y guionista español, Amando de Ossorio. Uno de los grandes (y más conocidos) ejemplos del conocido fantaterror (el cine de terror y fantástico patrio de los años 60-70).
Estas son las cintas más conocidas del director, y sus templarios-zombis son uno de los personajes más emblemáticos (junto al hombre lobo de Paul Naschy) del fantaterror.
Ossorio era un gran aficionado a este tipo de cine, y aparte de estas, realizó más cintas de terror. Y contando en todas con actores habituales de la época (y del género), como Lone Fleming o Jack Taylor.
Pues para esta ocasión, Ossorio nos trae una historia en la que tres jóvenes viajan en un tren, pero acaban discutiendo por tensiones provocadas por amoríos, y una de las chicas se tira del tren y se va andando a una aldea abandonada. Tan ricamente, decide pasar allí la noche. ¿Qué puede haber de malo en dormir en una aldea siniestra, con un cementerio extraño al lado, llena de telas de araña y abandonada hace la tira de años? Pues en la vida real, nada. Pero esto es una película, así que los zombis templarios se levantarán una vez anochezca, con mucha hambre y ganas de no dejar títere con cabeza.



Como buena hija de su época, y siguiendo la estela de la Hammer (el fantaterror bebía mucho de ahí), no pueden faltar desnudos parciales (aquí la buena muchacha protagonista no pierde momento para enseñar culete. Y las torturas a las jóvenes doncellas, por parte de esos templarios, no tendrían la misma gracia si no fuesen con las tetas al aire. Lo sabéis, lo sabemos…) y escenitas subidas de todo, como la de los morreos lésbicos. Que estoy segura que se recortaron para emitir la peli aquí (¡que Franco aun ni había muerto en el 71!), aunque total, aportan entre nada y menos… en serio, la escena lésbica está vergonzosamente fuera de lugar.
De sangre tampoco andamos muy lanzados, pero tiene sus momentos de zombi devoradores de carne humana. Eso sí, aquí se baten records de lentitud. Creo que son los más lentos que he visto nunca. Por eso van a caballo, tiene su sentido. (Lo que no tiene sentido es de donde narices salen), algo de gore (mínimo) con el arrancamiento de un brazo. Y sangre, claro.
¡Ah! Y de zombis tenemos dos modalidades, los templarios y los humanos que son mordidos por estos.
Y en fin, la ambientación del pueblecito y la capilla mola. La película se grabó en Portugal, aunque la cinta es española, y los lugares que vemos ocurren casi todos allí. Porque también se grabó en un par de monasterios españoles.



Las escenas de los templarios zombis saliendo de sus tumbas, con sus capas ondeando, y montando a caballos blancos, la verdad es que son chulas, y se quedan en la memoria.
Los zombis-templarios no es que estén hechos de la mejor forma posible (las manos saliendo de sus tumbas resultan un poco plastiqueras a la vista) pero no llegan a ser horripilantes, el maquillaje está muy currado. Tampoco le podemos pedir más a una cinta de poco presupuesto y española de la época… y admito que a mí me molan esos templarios muertos y malditos.
Las partes del metraje en las que salen y van persiguiendo a sus víctimas, junto a la historia de ellos que se cuenta, es de lo que mejor y más entretenido está. Junto a su final, que lógicamente da a pie a secuelas, y además me gustó (que tenga sentido o no, no lo discutiremos, que aquí pocas cosas lo tienen XD).
Y del resto del metraje, pues no es la gran cosa. Las actuaciones no son para sacarse los ojos, aunque no esperéis ganadores de Oscar (dudo que nadie lo esperase). Se dejan ver y en ellas vemos las típicas situaciones que siguen repitiéndose a día de hoy y te hace llamar imbéciles a sus protagonistas.
Pero en todo momento, estás esperando ver a esos templarios (que se prodigan poco, cosa que igual se soluciona en las secuelas).
Y hay que decir que abundan las escenas sin sentido, el día y la noche se alternan que da gusto al final. Y se pasan con la iluminación en algunas de las escenas nocturnas, ¡que creía que se había hecho de día!




¿Recomendada? Bueno, es interesante y en cierta parte única. Oye, ¡que yo zombis templarios yo no había visto antes de esto!
Tiene su encanto setentero y español de la época, que a mi desde luego me gusta. Pero claro, sigue siendo para un tipo de público, aquel que le gusta ver estas cintas antiguas de terror… hay que perdonarle sus fallitos y saber disfrutarlos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario