lunes, 22 de junio de 2015

La noche de los muertos vivientes










Titulo Original: Night of the living dead
Año: 1990
Duración: 92 minutos
País: EEUU
Director: Tom Savini
Guión: George A. Romero (Remake: George A. Romero, John A. Russo)
Música: Paul McCollough
Reparto: Tony Todd, Patricia Tallman, Tom Towles, McKee Anderson,William Butler,Katie Finneran,Bill Moseley,Heather Mazur

 





Siete desconocidos quedan atrapados en una granja solitaria mientras unos zombis caníbales, que recobran vida por la influencia de una onda espacial radiactiva, emprenden un ataque despiadado y atacan a todo aquel que encuentran a su paso... Remake del clásico de terror de mismo nombre dirigido en 1968 por George A. Romero -aquí en labores de guionista-. 



En 1990, el gran Tom Savini se sacó de la manga el remake del clásico La noche de los muertos vivientes, con la ayuda de su creador, George A. Romero. La idea era recuperar el concepto de la peli original pero con todo aquello que podía añadirse para darle gustaco a las nuevas generaciones: de esta forma tenemos algunos cambios en los personajes y toda la parte de gore, efectos especiales y escenas de acción ganan realismo y potencia. Aunque podemos decir que toda la estructura de la peli es un calco de la obra maestra de Romero también presenta diferencias en el epílogo, algo más positivo pero con la misma reflexión pesimista del filme de 1968.

Barbara (Patricia Tallman) y Johnnie (Bill Moseley) son dos jóvenes hermanos que van al cementerio a visitar la tumba de la madre de ambos y entonces pasa lo típico: un desaprensivo putrefacto, un mortis viventis, una mojama del infierno podrida, pútrida, caníbal y aficionada a los entresijos y la morcilla sin limpiar se pone a ronear cual tronista con Barbara. Total, que Johnnie intenta parar el pifostio que se arma pero con tan mala suerte que su hermana le apuñala accidentalmente y el zombis le apaliza y lo aliña en el tiempo que dura un pedo al viento. Viendo todo esto nuestra amiga Barbara decide que no quiere perder el maratón con la panda de agusanados que pululan por el cementerio y corre que se las pela para alcanzar su buga: lo consigue y termina su periplo en un caserón de los alrededores.

Aquí se encuentra con Ben (Tony Todd), que también ha ganado el I Zombie Maratón y para que la

cosa no se desmande, empiezan a limpiar (mano a mano) el edificio de cadáveres violentos... De esta forma, se encontrarán en el sótano a otro grupito de supervivientes: el cabronazo de Harry, su esposa Helen, la hija de la pareja, Sarah, y luego una parejita de enamorados rednecks, Tom y Judy. En esta versión de 1990, Harry Cooper es aún más hijo de puta y trolea a los protas, Ben y Barbara, cada vez que se le presenta la ocasión.

Barbara experimenta un cambio muy notable: si en la peli de 1968 era casi un maniquí llorón y pusilánime que terminaba siendo un plato de mollejas deconstruidas en manos de los resucitados, aquí eso ya no pasa. Tú la ves y dices, joder, esta tía los tiene bien puestos, parece un clon de Hellen Ripley (Alien) en pleno apocalipsis zombie... Una vez que se le pasa el susto inicial, le coge un gustaco a apretar el gatillo que no veas, una crack tirándole plomo a todo lo que se menea. También hay que reconocer que se adapta a los nuevos tiempos con un look algo más andrógino, muy alejada del estilo yeyé de la otra Barbara. Del resto del reparto poco más que decir, Ben sigue teniendo conflicto con Harry por aquello de liderar al grupo y al final entre todos terminan liándola pardísima y dejando que los zombies tomen el refugio donde se han ocultado.

En cuanto al diseño y apariencia de los muertos vivientes, hay que decir que se nota el curro artesanal

de Tom Savini y me parecen mucho más cojonudos que los que salen en pelis más modernas como Resident Evil o aquella de Dead Snow. Dan mal rollo, con esos ojos en blanco y esas caras de mala hostia. A años luz, sin duda, de los de la peli original... Sin ir más lejos, si comparamos el primer zombie que sale en el cementerio con el que salía en la versión en blanco y negro nos daremos cuenta del salto que pega esta película en medios y ganas de hacer las cosas más terroríficas.

En suma, me gustó mucho este remake. Supera en casi todo al original, aunque he de reconocer que la atmósfera en blanco y negro hacía de la otra peli algo más fantasmal y lo transformaba en un cuento de terror mucho más onírico, una pesadilla que tomaba forma real para los protagonistas del relato. En cuanto a las lecturas de la peli, pues lo que he comentado: el final es algo más positivo que el original, Barbara sobrevive para castigar al cabrón de Harry Cooper, después de que este sobreviviera al encontronazo con Ben y tuviera ganas de irse de rositas. Nuestra amiga le llena el culo de plomo y avisa a los redneck que llegan en plan rescate para que lo echen con el resto de cadáveres para hacer una higiénica chasquita con toda la morralla.

Muy buena peli de zombies, que como es habitual en las pelis de George A. Romero, pone de manifiesto que el peor enemigo del hombre es el hombre, no el zombie. Recomendable 100%, este filme supera con creces al tercer episodio de la trilogía original de Romero y lo pongo al lado -en cuanto a calidad- de Zombie, la segunda entrega de la saga.



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