sábado, 7 de marzo de 2015

Colinas sangrientas (The Hills Run Red)






Título original: The Hills Run Red
Año: 2009
Duración: 81 min.
País: EEUU
Director: Dave Parker
Guion: John Dombrow (Historia: John Carchietta)
Música: Frederik Wiedmann
Reparto: William Sadler, Sophie Monk, Tad Hilgenbrink, Mike Straub, Janet Montgomery, Alex Wyndham, Raicho Vasilev, Itai Diakov, Ewan Bailey.












Tyler, un fanático de las películas deseoso de encontrar una copia completa de un slasher, se adentrará junto a dos amigos a los bosques donde fue rodada.
Pronto descubrirán el motivo por el que la película nunca se completó en aquel bosque cuando su aventura se convierta en una terrible pesadilla...



Hoy vuelvo un poco a mi esencia en este blog, que tenía descuidado el apartado de cine de terror con tanto Oscar y estrenos de animación (el primero un poco ‘por obligación’, el segundo por gusto, ya lo sabéis). Y vuelvo con uno de los subgéneros más manidos del terror, el slasher. Pero que me encanta.
Sé que poca originalidad se puede esperar ya de ellos, pero nunca busco eso cuando veo uno, realmente quiero entretenerme, ver a un loco abriendo cuerpos en canal y a jóvenes perder la cabeza, y no literalmente… lo malo, es que hay cosas tan nefastas que ni lo más básico que se le pude pedir hay veces que se cumple (y yo me veo prácticamente todas las propuestas del género que se van lanzando). Por eso, cuando te encuentras con una cinta como “Colinas sangrientas”, te sientes feliz. Divertida, sangrienta y con una premisa inicial que me encantó. Eso sí, que os diga esto, no quita que siga siendo más de lo ya conocido previamente en otros slashers, pero al menos está bien hecho y tiene argumento (parece tontería, pero es que hay cada cosa por ahí…).



La historia nos habla de Tyler, un joven estudiante obsesionado con una misteriosa película titulada “The Hills Run Red”, de la que sólo se conserva un tráiler, un cartel y algunas fotos promocionales. Cuenta la leyenda, que la película solo se mostró al público una vez, y que resultó ser extremadamente terrorífica, cruel y sangrienta. Y luego de ello, desapareció para siempre, la película y su director.
Así que nuestro amigo Tyler, decide ir a buscarla junto a su novia y su amigo, empezando por las localizaciones donde se grabó la película. Pero antes, localizará a la niña pequeña (ahora ya adulta) que salía en la cinta, que es la única persona que queda de aquella película maldita y que era la hija del también desaparecido director. ¿No me diréis que no es atractivo el argumento? Obviamente, nada es lo que parece, la búsqueda de la película les llevará a conocer la verdad de lo sucedido. Y que el ser diabólico de la cinta, llamado Babyface, sí que existe. 




Como he dicho, la cinta no pretende renovar el género (ni falta que hace, ni en esta ni en ninguna, el slasher es lo que es), pero si logra posicionarse como una cinta a tener en cuenta. Ya desde el principio consigue enganchar, quizás porque el hecho de que exista una película perdida de la que sólo se conserva un tráiler me provoca lo mismo que al protagonista, esa necesidad de saber por qué y de poder ver aquello perdido.
A eso, le sumas que el final es interesante (a mí me gustó), la cinta tiene muchas referencias cinéfilas (no las digo, ya las veréis) y cuenta con un par de giros de guion interesantes (y que no es algo que abunde en este tipo de pelis). Y todo esto, con los ingredientes de siempre, sangre, asesinatos, psicópata asesino, muerte, sexo… tenemos una cinta muy interesante y amena.





Hasta en el apartado de los actores tenemos unas interpretaciones dignas y creíbles (unas más que otras). Obviamente no se espera mucho, son tres jóvenes sueltos en un bosque al fin y al cabo, pero sí lo mínimo. Todos están bien y no dan ganas de estrangularlos desde el minuto uno (ya es, ya es…).
Un punto muy cachondo es que al ser todos fans de los slasher, saben lo que puede pasarles y bromean con lo de estar solos, la cobertura del móvil, los gañanes de por ahí… pero eso no ayudará, ya lo sabéis vosotros también lectores…

El nivel sangriento no es el más elevado, pero si es destacable (en especial su tercio final). Y el loco psicópata, Babyface, cuenta con un diseño muy logrado. Viene a ser como casi todos, un gigantón deforme que lleva como máscara la cara de un muñeco, pero tiene mucha presencia.
Y tanto su inicio, mostrándonos al pequeño Babyface y sus ‘cosas de niños’, como su final (esperad un poquito, que hay más después del final, os perderéis es epilogo propio del slasher), me gustaron mucho.




En definitiva, que te deja un buen sabor de boca al terminar de verlo. Creo que gustará a todos los que disfrutan de este género. No hay que pedirle peras al olmo (creo que todos sabemos que vamos a ver cuándo la ponemos), pero es una cinta que va más allá del slasher común, teniendo más argumento que simplemente una matanza de unos chavales en un bosque porque sí. No abundan tanto de los clichés y muestra un producto que va un poco más allá, cuenta con carismático asesino y una historia interesante. Cumple de sobras su función, si no la habéis visto, dadle una oportunidad.



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