sábado, 29 de noviembre de 2014

La novia de Chucky (Bride of Chucky)






Título original: Bride of Chucky
Año: 1998
Duración: 89 min.
País: EEUU
Director: Ronny Yu
Guion: Don Mancini
Música: Graeme Revell
Reparto: Jennifer Tilly, Brad Dourif, Katherine Heigl, Nick Stabile, John Ritter, Alexis Arquette, Gordon Michael Woolvett, Lawrence Dane, Michael Johnson, James Gallanders, Janet Kidder, Vince Corazza, Kathy Najimy, Park Bench, Emily Weedon, Ben Bass, Roger McKeen, Sandi Stahlbrand.











Tiffany, la ex-amante y cómplice de Charles Lee Ray, el Estrangulador de Lake Shore, adquiere los restos de Chucky, el muñeco al que Charles traspasó su alma antes de morir. Recompone el muñeco como puede y lleva a cabo el mismo ritual vudú para devolverle a Chucky el alma de su novio fallecido. Para probar sus recuperadas fuerzas, Chucky asesina al novio gótico de la entusiasmada Tiffany. Después quiere recuperar el amuleto que llevaba Ray cuando murió, y con el que fue enterrado, para poder volver a tener un cuerpo humano. Para Tiffany es la ocasión perfecta de recordarle a Ray que le había prometido casarse con ella, pero éste, a través de Chucky, se burla de Tiffany y sus deseos de matrimonio. En un ataque de furia Tiffany encierra a Chucky junto con una muñeca a la que ha vestido de novia. La reacción de Chucky no se hace esperar: logra salir de su encierro y electrocuta a Tiffany en la bañera para después transferir su alma al cuerpo de la muñeca que le había ofrecido como compañera.




Ya era hora de que os hablara por aquí de uno de mis asesinos en serie favoritos, además de una de esas películas de muñecos que tango me gustan (ya sabéis que: cine, más muñecos asesinos, es algo que me pierde), porque la saga Chucky es de mis preferidas en cuanto a muñequitos adorables saca tripas (con perdón a “Puppet Master”).
Y empiezo con la que sería la cuarta de la saga porque todo el mundo conoce la primera y su arrollador éxito, y lo que bajo la saga en su tercera entrega, tanto que casi le decimos adiós a nuestro querido Chucky. Pero “La novia de Chucky” cambió muchas cosas. Lo primero y más obvio es su título, donde nos olvidamos de los números y del título original de la cinta (recordemos que “Child’s Play” es su verdadero título) y ya empezamos a meter el nombre de Chucky. Pero lo siguiente, es el diseño del muñeco, menos infantil y lleno de cicatrices, y su fantástica novia. Siempre me ha encantado Tiffany, porque es que encima, no es una mera secundaria metida con calzador, tiene tanto carisma y carácter como nuestro amado Chucky.





Pero no sería el único cambio que la cuarta película le daría a la saga. Otro cambio bastante radical fue su género, de ser una cinta de terror con toques de comedia, paso directamente a ser una comedia de terror como mucho humor negro. Chucky desarrollaba mayor personalidad, era más violento, más inteligente y mucho menos perdedor…
Además, el diseño de Chucky cambió a uno más llamativo y carismático, plagado de cicatrices, que le dotaban de mayor personalidad. Casi diría yo, que el primer pensamiento de la gente si le hablas del muñeco es este último.
Por otra parte, tenemos a Tiffany, que ya os he dicho que venía para quedarse. Con un diseño estupendo y un carácter fuerte, tan sexy, loca, asesina… y un poco tontorrona. Tanta personalidad, repercutiría (de forma muy positiva) en su relación con Chucky, provocando multitud de situaciones muy cómicas.







El guion, viene a ser un “Bonnie & Clyde” con muñecos psicópatas. Con Tiffany reparando a Chucky y acabando convertida en muñeca, como él, y viajando en caravana mientras siembran de cadáveres el mundo.
El nivel de actores, es aceptable, exceptuando a una genial Jennifer Tilly como Tiffany, que destaca. Y una sorprendente Katherine Heigl (que la pobre es la cosa más sosa del mundo, aparte de la reina, o más bien, ex-reina, de la comedia romántica) actuando en una peli de terror… eso sí, tan ‘tonta del bote’ como siempre, que lo de “sorprendente” no era por bueno, si no porque verla en un producto como este, choca.
El nivel sangriento también es destacable y el cachondeo es la guinda del pastel.


Para ir finalizando, esta cinta supuso el resurgir de nuestro querido muñeco diabólico después de la sequía tras el grandísimo fracaso de su predecesora. Y resulta que Chucky volvió a lo grande, luego volvió a bajar un poco en la secuela directa de esta, “La semilla de Chucky”, con una película que olvidaba el tono general que se había mantenido siempre. Para volver a resurgir de forma bastante convincente en la más reciente (del 2013), “La maldición de Chucky”, que haciendo borrón y cuenta nueva de esta y su secuela, volvía a la sintonía habitual y con el mismo Chucky que aquí vemos. Volviendo a subir el nivel de la saga. Pronto veremos otra nueva parte, pero mientras tanto, yo recomiendo “La novia de Chucky”, porque es divertida y sangrienta, porque Chucky es muy carismático, porque Tiffany es una pasada y porque mola mucho la cinta.
¡Por cierto!, siempre quise los muñequitos de Chucky y Tiffany para mí, son tan monos… pero nunca nadie me los regaló. Que incomprendida soy…

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