jueves, 13 de noviembre de 2014

Caminando entre las tumbas - 'Liam Neeson es el (anti) héroe'








Titulo Original: A Walk Among the Tombstones
Año: 2014
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos
Director: Scott Frank
Guión: Scott Frank (Novela: Lawrence Block)
Música: Carlos Rafael Rivera
Reparto: Liam Neeson, Dan Stevens, Marina Squeciati, Sebastian Roche, Boyd Holbrook, Stephanie Andujar, David Harbour, Briana Marin, Toshiko Onizawa, Purba Bedi, Maurice Compte, Patrick McDade, Luciano Acuna Jr, Hans Marrero, Laura Birn







Matt Scudder, un expolicía de Nueva York, trabaja como detective privado a pesar de que no tiene licencia. Cuando accede a regañadientes a ayudar a un traficante de heroína a cazar a los hombres que secuestraron y asesinaron brutalmente a su esposa, descubre que no es la primera vez que esos hombres han cometido este tipo de crímenes. Entonces decide recorrer las calles de Nueva York para detener a los asesinos antes de que vuelvan a matar.



Liam Neeson, ese actor que, con la edad, se ha convertido en todo un reclamo en la taquilla cuando hace algo que toque el genero de acción; ese actor que nos ha mostrado que no solo en dramas o thrillers se mueve bien, sino que ha creado un nuevo concepto de (anti) héroe que muchos han ido siguiendo con el tiempo (Mel Gibson, Kevin Costner...), y que no llegan a ser lo que el irlandés es: muy real. Y a nosotros nos encanta, al menos a la menda, y es que es ver a Liam Neeson, y no perderme la película, porque a pesar de que la trama no sea nada interesante, y nos muestren una cinta muy mala, él hace que sea aun mejor, nada más que valiéndose de sus interpretaciones. Es cierto que desde la mejor que ha hecho de todas es 'Venganza', junto con Luc Besson (que ganas de una nueva entrega de ésta), pero eso no quita a que hayamos disfrutado con él en las demás. Y esta no es diferente a las demás, al menos en el sentido de disfrutar con él; si en lo que nos cuenta y como nos lo cuenta.

Matt Scudder es un ex policía, supuestamente jubilado, pero que trabaja de detective privado para todos aquellos que le necesiten en algún trabajo de dudosa legalidad. Todo le funciona relativamente bien hasta que contacta con él un hombre que quiere que atrape a los asesinos de su mujer. Entonces se meterá en una espiral de violencia del que quizás no salga entero.

Una de las cosas buenas que tienen este tipo de películas para gente que como yo nos encanta leer, es
que nos dará la oportunidad de conocer la novela en la que se basa, y nos guste la película o no, el tener ganas de leerla. Este tipo de películas, ademas, son de mis favoritas, y es que la figura del heroe vengador, me gusta mucho, y si ya se trata de un anti héroe con todas las de la ley, aun más. En esta ocasión, lo bueno que tiene el personaje de Liam Neeson es que es muy real, muy cercano. No es el héroe tipo, ese que salva a todos y tiene una muy buen reputación. Matt Scudder es todo lo contrario: es un tipo sin muchos escrúpulos, con un pasado un tanto oscuro, que ha marcado su vida (para mal, desde luego) ; de esta manera se ve empujado a algo que no quiere hacer, pero que debe hacer, no por el bien de los demás, que parece que le importan poco, sino por su propio bien, por él mismo, para redimirse de todos sus errores. No tiene mucha estima a su propia vida, no le importa lo que le deparará la vida, simplemente hace lo que él considera como correcto, este dentro de la ley o no. Liam Neeson consigue crear un personaje muy creíble, con el que empatizas al instante y que esta muy bien interpretado por el actor, dándole un toque personal que en manos de otro actor quizás no hubiese funcionado.

La historia de esta película gira en torno a la redención, toda ella. Hay subtramas, como la del chico al que Matt ayuda, que funcionan mejor o peor, pero todas de ellas van a confluir en nuestro personaje y en la redención que sin descanso busca, para tener su alma en paz. Partiendo de esto, nos mete de lleno en la corrupción del sistema del orden, y es que los 'malos' de esta película son dos ex-agentes de la DEA que se dedican a secuestrar a las esposas de los narcotraficantes para así poder rescates después. No contentos con eso, después de recibir ese dinero deciden que lo más divertido del asunto es descuartizar a las victimas y mandárselas a sus maridos. Es una historia sin duda para Matt Scudder, un caso que parecía de lo más normal pero que se convierte en una lucha de vida o muerte. Es donde entra el juego la ambientación y el tono de la película, oscuro, sucio, violento, todo de manera muy sutil, a pesar de la brutalidad de lo que representa, pero mostrado de forma 'delicada', por decirlo de alguna manera. No enseña en demasía, sino que lo deja a la imaginación, que a veces es más oscura y enrevesada que lo que nos muestran en pantalla. Solo hay un pero, y es que se extiende demasiado, dos horas son mucho tiempo para contar la historia. En una hora y media lo podrían saldar y así quitar alguna escena que otra repetitiva y que no aporta nada a la trama.

A pesar de no ser una gran película, funciona a la perfección como thriller sobre crímenes, ya no tanto policíaco, con unas buenas interpretaciones y una ambientación que le hace muy bien a la cinta. Es muy disfrutable, sobre todo si eres fan de Liam Neeson.








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