martes, 9 de septiembre de 2014

Están vivos (They Live)









Título original: They Live
Año: 1988
Duración: 95 min.
País: EEUU
Director: John Carpenter
Guion: John Carpenter
Música: Alan Howard & John Carpenter
Reparto: Roddy Piper, Keith David, Meg Foster, John Lawrence, Raymond St. Jacques, Peter Jason.










Un trabajador encuentra casualmente unas gafas que permiten ver a las personas tal y como son. Gracias a ellas descubrirá que importantes personajes de la vida política y social son en realidad extraterrestres. Durante su particular cruzada podrá observar cómo estos alienígenas han ido sembrando el mundo de mensajes subliminales con los que pretenden convertir a los hombres en una raza de esclavos.





John Carpenter es uno de esos directores que no se sabe muy bien porque, quizás a los supuestos críticos-sabios les caía mal, o no le comprendían, o lo más común: no saben ni quieren entender del género del cine de terror y de ciencia-ficción, siempre o casi siempre, le han vapuleado de mala manera. Es algo que a mí siempre me ha molestado mucho, por normal general, estos géneros son maltratados y denostados. Los Oscars están vendidos y son puro teatro, lo sabemos, pero aun así, ¿cuántas películas de terror llegan a ellos?
El maestro Carpenter, venía ya bastante escaldado porque cintas con un gasto de presupuesto importante como habían sido: “La cosa” (1982), “Golpe en la pequeña china” (1986) o “Starman” (1984) no habían resultado (si alguien me explica porque, lo agradecería, la última puedo medio-comprenderlo, pero las otras no… aunque a día de hoy sí que se aprecian mucho más que en su día, ¡Menos mal!) y lejos quedaban ya los días de “Halloween” o “La niebla”.




Así que, para “Están vivos” le tocó gastar muchísimo menos (y ya se había apretado el cinturón para su película anterior: “El príncipe de las tinieblas”, cinta que tampoco convenció en su día) y se nota, es palpable el bajo presupuesto, pero lejos de hacer daño a la película, le viene hasta bien.
Y por muchos derechazos que le propinasen, Carpenter siempre se ha mantenido firme en cuanto a su personalidad, y esta película no es la excepción. Basándose en un relato de Ray Nelson, nos trae una cinta de alto contenido político y crítico, una sátira llena de humor negro que mezcla el terror y la ciencia-ficción de forma genial. Desgraciadamente, de nuevo volvió a ser criticada y aunque no le fue mal en taquilla, es una de las grandes desconocidas de Carpenter aun hoy en día.




Uno de los grandes puntos de la película es su ácida crítica hacía el modo de vida consumista y capitalista (casi normal que a los americanos en su mayoría no les gustase… no soportan ni el más mínimo rastro de comunismo, aunque la cinta no hable de ello, pero cualquier crítica al capitalismo es sinónimo de: ‘rojo comunista asqueroso’). 

Nuestro protagonista, gracias a unas gafas especiales, es capaz de ver el mundo como realmente es. No tiene colores, es en blanco y negro y todo está plagado de publicidad subliminal. Donde nosotros vemos una revista, en realidad hay un mensaje que reza ‘consume’, ‘obedece’, ‘ten hijos’, ‘duerme’… en definitiva: ‘no cuestiones nada y acata lo que te dicen sin rechistar’. Muy divertido es ver lo que es el dinero en realidad… ni más ni menos que un simple papel blanco que reza: 'Este es tu Dios'.
Y eso no es todo, la gente, mucha de ella, no es lo que aparenta… son extraterrestres con forma de esqueleto (muy sci-fi cincuentera, por cierto), y son los culpables de que el mundo sea así y además, estos seres son todos personas influyentes y ricas… ¿casualidad?


Para el apartado actores, contamos como protagonista con el famoso luchador de lucha libre de la WWE, Roddy Piper, que obviamente no es el mejor actor del mundo, pero que realiza su papel bien y encaja perfectamente en lo que requiere la película, un hombre normal (que podrías ser tú) que descubre la realidad sin quererlo. Y junto a él, vamos descubriendo nosotros también cómo es el mundo realmente. Eso sí, sabemos que es luchador, y que es bueno en ello, pero la escena de la pelea es larga… demasiado, se hace eterna. Pero bueno, se perdona.
De secundarios, tenemos a uno de los habituales de Carpenter, Keith David, como compañero de Roddy. Y la parte femenina nos la brinda una siempre genial Meg Foster.





El guion sabe jugar muy bien con todos los elementos con los que cuenta, en la justa medida, encontramos las escenas de acción, junto a la denuncia política, el terror, la ciencia-ficción y la sátira. Todo, aderezado con unos efectos especiales y maquillaje muy resultones. Todo unido, le da un aspecto entre entrañable y divertido.






En definitiva, una película muy recomendable. A los fans de Carpenter les encantará, es el director en estado puro. Y al resto, creo que se encontrarán con una película que les sorprenderá y les divertirá, porque realmente es entretenida y cumple con mantenerte enganchado a la pantalla cuan larga es (que tampoco es mucho, no creáis, unos perfectos 95 min.)
¡Y si os gusta la lucha libre, os encantará ver a Roddy Piper en acción!



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