sábado, 9 de agosto de 2014

Tu madre se ha comido a mi perro (Braindead)







Título original: Braindead
Año: 1992
Duración: 104 min.
País: Nueva Zelanda
Director: Peter Jackson
Guion: Peter Jackson, Stephen Sinclair, Frances Walsh
Música: Peter Dasent
Reparto: Stephen Sinclair, Timothy Balme, Frances Walsh, Diana Peñalver, Elizabeth Moody, Ian Watkin, Stuart Devenie, Brenda Kendall, Peter Jackson.
Premios:
1992: Festival de Cine Fantástico de Sitges: Mejores efectos especiales.








Un científico descubre en Skull Island un ejemplar muy extraño de mono rata al que acompaña una terrible maldición, según los nativos. El ejemplar es trasladado a Nueva Zelanda para su estudio. Por otra parte, Lionel es un joven que vive con su insoportable madre, que no aprueba la relación que acaba de comenzar con Paquita, la hija del tendero. Cuando los dos enamorados realizan una visita al zoológico, ella les vigila en secreto, y será mordida por el animal encontrado en la isla. Poco a poco, la madre de Lionel se va convirtiendo en una especie de zombie, sedienta de carne, y que convierte en zombie a todo el que ataca.



El pobre Lionel hasta arriba de sangre...

La película gore por excelencia, o casi… pero bueno, quien se considere fan del género y no la haya visto, es para pegarle un tiro. Además, es una de esas donde se lo curraron para “traducir” su título aquí en España. El original es "Braindead". Y en castellano, "Tu madre se ha comido a mi perro". ¿Qué porque se llamó así? Pues se ve que a los actores de doblaje les debió hacer gracia la frase que dice la protagonista y ¡ale! de título. Aunque la verdad, admito que mola mucho y que es mejor que el original, bastante soso y previsible. ¿No?
La película viene de la mano del entonces casi desconocido director Peter Jackson (ahora mundialmente conocido por su película "El señor de los anillos". Este dato no lo sabíais, ¡eh!) que nos trae una película de humor-gore en la cual, y lo digo en serio, no puedes parar de reírte. En la línea de su anterior cinta “Mal gusto” (“Bad Taste” en original), pero yo siempre he preferido esta de la que os hablo. Zombis >>> Extraterrestres.



La cinta empieza con unos investigadores que buscan en una isla una extraño animal, al que capturan y envían a un zoo. No sin antes, las típicas advertencias de que si muerde te convierten en zombi y esas cosas habituales… Lionel es un joven que vive con su sobreprotectora madre, que no quiere que se vaya de casa. Pero Lionel conoce a Paquita (interpretada magistralmente por una actriz española. ¡Qué va! Interpretación malilla, pero todos andan por ahí, así que…) y ambos se enamoran, la madre desaprueba esta relación, pero ellos continúan a escondidas.
Un día ambos se van al zoo y la madre de Lionel les sigue. Mientras está escondida espiándoles, un extraño mono-rata la muerde. Desde ese momento, ella empieza a convertirse en zombi, pero Lionel a pesar de eso, sigue cuidándola, pero para que Paquita no peligre, empieza a alejarse de ella. A partir de aquí, la madre de Lionel cada vez va contagiando a mas gente y él los va escondiendo y cuidando en su sótano hasta que ya no puede más y tiene que empezar a enfrentarse a ellos. Porque Lionel es así, le da ‘penica’ todo y no puede negarse a hacer felices a unos pobres zombis, así que les alimenta, les cuida, los saca de paseo…



La película tiene escenas que a mí siempre me han encantado, de esas que se te quedan grabadas (yo soy así, escenas bonitas de amor no, a mí las brutas y sangrientas):
- Una de las escenas finales en las que Lionel, con un cortacésped, empieza a abrirse camino entre todos los zombis y salen tripas y sangre por todos los lados. Con la poquita cosa que parecía el cortacésped…
- Cuando dos de los zombis tienen un bebe y Lionel va a pasearlo al parque porque le da pena. Es tan tierno…
- Cuando Lionel les da de comer a los zombis en el comedor como si fuesen peques.
- El sacerdote que sabe kung-fu y se enfrenta a los zombis. ¡Mola!
- Las tripas zombis poniendo cara de buenas para que Lionel no las extermine. Yo admito que ahí habría caído, demasiado tiernas.
- Cuando la madre de Lionel se come al perro de Paquita. Y la otra tan pancha le suelta la famosa frase de: “tú madre se ha comido a mi perro”. A nadie parece extrañarle mucho la situación, ni tampoco extrañan al perro…
- Las natillas con pus y con oreja. Exquisitas…



Obviamente, de la cinta no podemos destacar grandes actuaciones, tampoco eran necesarias, pero es todo correcto, tampoco sangran los ojos.
Los efectos son geniales para la época (la de litros de sangre falsa que se usaron…) y el guion es absurdo, pero genial. Realmente está muy bien llevada y extremadamente divertida. Humor y gore a partes iguales.
Que hablando del gore, es de matrícula de honor. Te va a salpicar la sangre hasta a ti. No le falta nada, tiene casquería de todo tipo: amputaciones, destripamientos, violencia y líquidos varios (sangre, pus y cosas que vete a saber que son). Y las animaciones del pequeño bebé zombi, o las de la madre de Lionel como el súper-zombi, son geniales y entrañables.


Peter Jackon y el entrañable bebé-zombi.


Recomendable tanto para fans del cine gore como para los que no lo son, porque pasarán un buen rato. Al fin y al cabo, esto es una película de humor, gore, pero de humor. Ya se sabe que cuando las escenas gore son tan grotescas, dejan de dar asco o miedo y pasan a ser tan absurdas que provocan risa. Bueno, al no ser que seas muy sensible a ver sangre en pantalla, claro…
Pero para mí, es una de esas películas que me gusta ver cada X tiempo (junto a las sagas de “Re-Animator” y “Posesión infernal”. ¡Juerga para mí!)
Y sí, por supuesto que Peter Jackson sale en plan cameo… no lo dudéis…



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