Dolls

Título original: Dolls
Año: 1987
Duración: 77 min.
País: EEUU
Director: Stuart Gordon
Guion: Ed Naha
Música: Fuzzbee Morse
Reparto: Ian Patrick Williams, Carolyn Purdy-Gordon, Carrie Lorraine, Guy Rolfe, Hilary Mason, Bunty Bailey, Cassie Stuart, Stephen Lee.

En una noche de tormenta, una pareja y su hija deciden resguardarse en una casa habitada por un viejo matrimonio que fabrica muñecas artesanalmente. Pero no son los únicos que acabaran allí buscando refugio, unas chicas punks y un chico llegarán también buscando ayuda.
El matrimonio les acogerá encantados, pero por la noche nada es lo que parece. Los muñecos que hay en la casa parece que cobran vida y atacan a aquellas personas que no les gustan. Pero la única que lo ha visto es una niña pequeña y nadie está por la labor de creerla… ¿o sí?

Guy Rolfe es todo un experto en tratar con muñecos...
ya le podíamos ver en la saga "Puppet Master".

Dentro del género de terror, uno de mis subgéneros favoritos es aquel que tiene muñecos asesinos como protagonistas. Adoro que los muñecos pasen por la película asesinando a todo aquel que se ponga por medio. Y si encima su look es antiguo, lo redondeamos (eso no quiere decir que le haga ascos a Chucky, ¡lo adoro!).
Siempre he sentido fascinación por lo antiguo. Y cuando he ido, tanto a jugueterías de antiguo, como a museos que conservan colecciones de muñecas antiguas, me ha encantado imaginar las ‘vidas’ anteriores de estos juguetes. Cuando era pequeña, pensaba que tenían vida y cuando yo no los veía era cuando se movían, y que siempre que los cuidase y los tratase bien no me harían nada (yo hacía un mix de “Dolls” y “Toy Story”, sí…)
Y os confesaré un secreto… yo tengo una muñeca antigua, muy antigua, que ha pasado de generación en generación por la familia. Y os puedo asegurar, que no estoy tan segura de que por las noches no salga a atacar a aquellos que nos hacen la vida imposible, así que cuidadito… :P

Pero mejor volvamos a la cinta. Es una de esas que aunque realmente para muchos no sea nada del otro mundo, para mí es una de mis películas favoritas. Que además, he visto montones de veces. Hace unos días volví a verla, de ahí que os esté escribiendo esto.
De la mano de un director que me gusta bastante, Stuart Gordon (“Re-Animator”, “Re-Sonator”… entre muchas otras) tenemos una película de terror sencilla que todos los amantes de los juguetes disfrutarán.
Con una muy buena ambientación. Ya sabéis, un día negro, con tormenta, personajes perdidos en un bosque que llegan a una preciosa casa (casi mansión) apartada del mundo, tan oscura y siniestra como el tiempo.
La casa está habitada por una parejita de ancianos que hacen muñecos. Unos muñecos antiguos que son amor, y hacen juego con la casa. Sí, matan, ¡pero no me digáis que su código ético para la elección no lo seguirías vosotros también!

¿Salen de un videoclip de Madonna o no? Nah! en realidad
a la rubia la hemos podido ver en videoclips de Billy Idol
y A-Ha.

En cuanto a los actores, no estamos ante lo mejor de lo mejor, pero no está mal la cosa tampoco. El matrimonio de ancianos son adorables, el chico con corazón de niño (un poco síndrome de Peter Pan) es una monada, y la niña pequeña, tres cuartos de lo mismo.
En el bando contrario, tenemos a los ‘malos’. El padre y la madrastra de la niña, un par que cualquiera querría matar, y a las chicas ‘punks’ (¿salieron directas de un videoclip de Madonna, quizás?) que quieren robar antigüedades y aprovecharse de los ancianos. Estas últimas, con pocas doces actorales, pero bueno, para el papelito, pues van bien.

Otro de los aspectos que me gustaría destacar son los efectos de FX, caseros e inmejorables. Llamadme antigua, pero los prefiero mil veces a los de ordenador. Porque aquí, los muñecos están ahí de verdad, junto con los actores, son robotitos realmente. Todo parece más real, siempre le da un plus de ‘mayor credibilidad’ (no tiene que ver con la película, pero para hacer zombis, maquíllame humanos, no me metas diseños de ordenador).
Siempre lo he dicho, los efectos especiales, si no te gastas pasta, quedan más cutres que el peor de los FX…
Pero todo esto os lo dice una amante de los ochenta (en especial, del terror ochentero), tanto en lo bueno como en lo malo. Y que vio esta cinta hace ya bastante tiempo, siendo algo cría, y salió fascinada…

Historia muy amena y entretenida, con un puntito infantil y con moraleja: “todos tenemos un niño dentro, no importa la edad que se tenga”.
Tiene su punto especial en que los malos (los muñecos) no lo son tanto como creemos, simplemente, se vengan de los adultos con malos comportamientos.
Todo en la película atrae, la buena ambientación, sus efectos caseros (entrañables y creíbles) y su guion, salpicado de cierto humor negro.

En definitiva, película que recomiendo a todo fan del cine de terror de los ochenta. ¡En especial si le gustan las de muñecos asesinos!
Obviamente, no es para la gente que siempre critica los efectos FX y se molestan por las cintas con ya unos cuantos años encima (y que no son precisamente de elevado presupuesto).
Esto es una serie B de las de antes, en toda regla. Pero a mí, siempre me ha cautivado (también sabéis de mi debilidad por el cine casposillo, serie B, serie Z y derivados…) y esta es de mis favoritas. Al fin y al cabo, es un "Toy Story" macabro...
¡Por cierto! Los actores aquí aparecidos, son muy del cine de Stuart Gordon... faltando sólo mi querido Jeffrey Combs.