sábado, 1 de marzo de 2014

Philomena


Título original: Philomena
Año: 2013
Duración: 98 min.
País: Reino Unido
Director: Stephen Frears
Guion: Steve Coogan, Jeff Pope (Libro: Martin Sixsmith)
Música: Alexandre Desplat
Reparto: Judi Dench, Steve Coogan, Charlie Murphy, Simone Lahbib, Anna Maxwell Martin, Neve Gachev, Sophie Kennedy Clark, Charlotte Rickard, Nichola Fynn.
Premios:
2013: Oscars: 4 nominaciones: Película, Actriz (Dench), Guión Adaptado y BSO.
2013: Globos de Oro: 3 nominaciones, incluyendo mejor película.
2013: Premios BAFTA: Mejor guión adaptado. 4 nominaciones.
2013: Festival de Venecia: Mejor guión y Premio SIGNIS.
2013: Festival de Toronto: Finalista al premio del público (Mejor película).
2013: Satellite Awards: 4 nominaciones, incluyendo mejor película y actriz (Dench).






Cuenta la historia real de Philomena Lee, una mujer irlandesa que, tras quedarse embarazada cuando era una adolescente, se vio obligada a dar a su hijo en adopción. Después se dedicó a buscarlo durante cincuenta años.






De vez en cuando pasa, una de esas películas que ni te atrae demasiado, ni te planteas ver, pero que en un reparto de películas de los Oscars de este año te toca ver (de esos que hago con Raquel para traeros todas las reseñas) y sales de verla encantada. Quizás es porque no tienes expectativas previas, o porque tienes una idea equivocada de cómo podría ser (que en este caso, era así) pero te sorprende gratamente descubrir cintas de esta manera, y disfrutarlas tanto, ya que realmente, nunca la hubiese visto.
En este caso, ni había visto el tráiler, solo había leído la sinopsis y su género, en el que ponía: ‘comedia dramática’, porque lo que yo me hice una idea totalmente errónea de cómo sería. En mi opinión, y tras verla, no la englobaría en esa categoría. Cierto es que no trata el tema de la forma más dramática, y que incluso tiene ciertos comentarios más sarcásticos e irónicos, pero de ahí a la comedia…






La cinta nos habla de un tema muy comentado hoy en día, los robos de bebés. Es España es un tema muy candente en estos momentos, pero en muchos países se hizo también. Esta película nos relata como en un centro de acogida regido por monjas (situado en Irlanda), estas se quedaban con los niños de las adolescentes embarazadas y se los vendían a familias estadounidenses. Las jóvenes madres, educadas en la moral cristiana, pensaban que lo que habían hecho estaba mal, que era pecado y ni se atrevían a rechistar. Les hacían firmar papeles que las obligaban a nunca preguntar por el bebé, ni buscarlo. Ellas lo firmaban porque estaban avergonzadas, pensando que lo que habían hecho era tan malo que se lo merecían. Muchas de estas chicas morían en el parto, porque se negaban a ayudarlas si este se complicaba. “Es mandato de dios, decían”… repugnante.
Y lo peor es que a día de hoy, ni las monjas han pedido perdón, ni piensan hacerlo. Y ni han sido capaces como mínimo de al menos ayudar a esas madres a reunirse con sus hijos e hijas después de tantos años.






Uno de los mejores puntos de la película es que no trata de ser un dramón que busca que llores (aunque esto quizás depende de tu nivel de sensiblería). Los personajes están muy bien definidos, son carismáticos. Y la historia es muy fluida y entretenida, con sus puntos alegres. Como cuando Philomena disfruta de los placeres de estar en primera clase, ya sea de los hoteles o del avión, o de lo amable que le parece todo el mundo. O cuando se sorprende con las novelas románticas que lee. Y los más tristes, los momentos en los que la búsqueda de su hijo se hace muy complicada, porque no llegan a buen puerto o les cierran puertas.
Todo esto, con sagaces críticas a la iglesia católica. Ya que Philomena, a pesar de todo lo vivido, es creyente. Pero su compañero, Coogan en la piel del reportero, es cínico y algo borde, y no es en absoluto creyente. Pero tiene su corazón.



Y si hablamos de las actuaciones, son todo un lujo. Judi y Steve forman un dúo perfecto. Compenetran a la perfección y son totalmente creíbles. Es muy fácil empatizar con el personaje que interpreta Judi, esa madre preocupada por como habrá tratado la vida a su hijo. Las preocupaciones típicas de una madre, pero en su caso, hace ya 50 años que no ha sabido nada de su ‘pequeño’ Anthony. Ella sabe mezclar los aspectos conmovedores de su personaje, su lado duro y su parte de adorable ancianita. Más sus opiniones sobre la Iglesia, que junto a las de su compañero de reparto, Steve, chocan continuamente. Y hablando de Steve, él también se desenvuelve genial como ese reportero duro y algo prepotente, que empatiza (y hasta sufre casi más) que Philomena en la búsqueda de su hijo, ya que él es incapaz de perdonar ciertos actos y a ciertas personas…
Lo dicho, brillantes ambos.




En definitiva, una película muy recomendable. Mezcla ese punto conmovedor y triste, con escenas más alegres y positivas, todo muy bien llevado en su guion y con grandes actuaciones. Película muy bien acabada y que gustará a todo el público, porque es de esas películas que enganchan y te hacen empatizar. Es cortita y encima el tiempo pasa volando mientras la ves.
Si podéis, ¡no os la perdáis!



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