martes, 7 de enero de 2014

¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove)




Título original: Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb.
Año: 1964
Duración: 93 Minutos.
País: Inglaterra.
Director: Stanley Kubrick.
Guión: Stanley Kubrick, Terry Southern, Peter George (Novela: Peter George).
Música: Laurie Johnson.
Reparto: Peter Sellers, George C. Scott, Sterling Hayden, James Earl Jones, Keenan Wynn, Slim Pickens, Peter Bull, Tracy Reed, Jack Creley, Frank Berry, Glenn Beck, Shane Rimmer, Paul Tamarin, Gordon Tanner, Robert O'Neil, Roy Stephens.
Premios:
1964: 4 nominaciones al Oscar: Mejor película, director, actor (Peter Sellers), guión.
1964: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor Director.
1964: BAFTA: Mejor película.





Josep (nuestro colaborador habitual) nos vuelve a traer hoy una de sus reseñas. Y como sabemos que esta malo desde hace unas semanas, le mandamos ánimos desde aquí para que se recupere pronto y nos mande más cosas para subir :)


En plena Guerra Fría, los americanos creen que los soviéticos contaminan el mundo y entonces un general planifica un ataque nuclear contra éstos. Durante todo el filme se trata de evitar que este ataque se lleve a cabo con éxito. Aunque consiguen convencer a los soviéticos de que es un error, este bombardeo activará un artilugio conocido como “el aparato Juicio Final” que acabará con todo el mundo si se utiliza. Momentos críticos, largos diálogos y una sátira de los Estados Unidos.





La película es, claramente, genial. Todo el mundo conoce la Guerra Fría, ese largo conflicto que ocupa desde mediados del siglo XX hasta finales del mismo. De todas maneras, aunque no se sepa gran cosa de esté hecho (cosa que, si me permiten, dudaré) no es ningún motivo para no disfrutar de esta película, seas un adolescente, un adulto o un anciano.






Esta película es una joya, no sólo está ambientada en un hecho histórico que narra perfectamente, además se hace una sátira de los americanos. Todos conocemos el absurdo miedo de los estadounidenses a un posible complot de los soviéticos, si, esos malvados comunistas que en realidad tienen rabo y cuernos. Además se habla de otra cosa, quizá menos conocido por la gente que no estudia historia, el uso hipócrita de científicos alemanes. Esto se representa con la figura del doctor Strangelove (Peter Sellers), el cual está completamente loco y encontrareis su “manía” muy divertida.






En cuanto a los efectos especiales, no es nada especial. No goza de ellos porque no los necesita, la trama es tan interesante que los olvidas. Además, el año en el que se rodó no es precisamente algo actual, así que tampoco se le debe exigir.




 




Hablemos ahora de los actores. En la película cada actor representa una serie de características que tratan de emular a las personas reales: los científicos alemanes, los militares, los gobernadores americanos y el embajador ruso. Todos son grandes actores, lo interpretan tan bien que a veces es difícil pensar que no son verdaderos presidentes, científicos y militares.








Atención, esto es un spoiler de la película, si no la ha visto no lo lea porque le destripará la película ya que esta parte corresponde al final.

En el final, cuando la bomba nuclear es lanzada a los soviéticos y se activa la “máquina del Juicio Final”, cunde el pánico. El doctor Strangelove propone que, para escapar del ataque, deben esconderse bajo tierra y emerger cuando la radiación se disipe. Sin embargo ellos piensan que los soviéticos van a hacer lo mismo, así que deben esconderse con armas. ¿Y si los soviéticos se esconden también con armas? Pues ellos lo harán con más grandes y más destructivas. Esta es la parodia maestra de una genialidad absoluta, se trata de la desesperación de los americanos llevada al extremo. Merece la pena aunque sólo sea ver esta escena.



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