jueves, 16 de enero de 2014

En la boca del miedo - 'Magnifica sintesis del horror lovecraftiano por John Carpenter'









Título Original: In the Mouth of Madness
Año: 1995
Duración: 95 min
País: Estados Unidos
Director: John Carpenter
Guión: Michael De Luca
Música: John Carpenter, Jim Lang, Dave Davies
Reparto: Sam Neill, Julie Carmen, Jürgen Prochnow, Charlton Heston, David Warner, John Glover, Frances Bay, Wilhelm von Homburg, Kevin Rushton, Katherine Ashby, Marvin Scott, Hayden Christensen, Kevin Zegers





Hoy en el blog tenemos una buena noticia, y es que ya tenemos un nuevo colaborador, Kuroko NIN, que nos trae esta reseña de hoy, de la película "En la boca del miedo".
¡Muchas gracias por participar con nosotras Kuroko, esperamos más reseñas tuyas! ;)
¿Y vosotros? ¿Habéis visto esta película? ¿Os apuntáis?




El éxito de Sutter Cane, un famoso escritor de novelas de terror, no tiene parangón. Pero, inesperadamente, poco antes de entregar a su editor su última novela, desaparece sin dejar rastro. Al mismo tiempo, algunos de sus fans se están volviéndo inexplicablemente violentos. Para encontrar a Cane, el editor contrata al detective John, que está convencido de que todo es un montaje publicitario para promocionar el próximo libro del novelista; sin embargo, no tardará en descubrir que está completamente equivocado. 


Desde el punto de vista cinematográfico, es un hecho constatado que plasmar el terrorífico universo de dioses tentaculares, ciencia, ocultismo y locura creado por el escritor H.P Lovecraft es una tarea compleja, a juzgar por el número de adaptaciones fílmicas fallidas que se han realizado con el telón de fondo de la base literaria elaborada por “el solitario de Providence”. Sin embargo, en 1995, el talento creativo de Carpenter y su comprensión de la mitología lovecraftiana nos legó una magnífica destilación de ciertas claves, ideas y el sentimiento transmitidos por las obras de Lovecraft en forma de película. “En la boca del miedo” no es una nueva adaptación de los relatos, sino que utiliza lo que le interesa de Lovecraft para insuflar la genuina y fatídica atmósfera de terror y locura que se percibe en el filme: en especial, predomina la idea de que el mundo, la civilización que conocemos camina hacia la destrucción, una destrucción orquestada por oscuras y monstruosas potestades que acechan en otras dimensiones paralelas a la nuestra. Y claro está, aquellos que intuyen lo que está pasando caen en el abismo de la locura, son destruidos o bien poseídos por las fuerzas malignas que operan en las tinieblas.

La historia planteada sigue los pasos de John Trent (Sam Neill), un investigador que trabaja por cuenta de  in crescendo gracias también a la interesante forma de narrar los hechos, con frecuentes flashbacks que entroncan a la perfección con el enrarecido ambiente que impregna todo el filme.
una compañía de seguros para descubrir posibles fraudes cometidos por los clientes de la compañía. El nuevo caso que ocupa a Trent es el que concierne al famoso escritor de terror Sutter Cane (a la sazón un guiño no disimulado a escritores como Stephen King), desaparecido en extrañas circunstancias mientras elaboraba la obra cumbre de su carrera. Naturalmente, el escéptico investigador cree que todo se trata de una estrategia comercial del autor y la editorial Arkane para impulsar las futuras ventas de la nueva novela de Cane. Con la ayuda de Linda Styles (Julie Carmen), editora de Sutter Cane, Trent se lanza a la búsqueda del escritor desplazándose hasta el último paradero conocido del desaparecido, el remoto y extraño pueblo de Hobb´s End. Huelga decir que los acontecimientos que se van sucediendo (poco a poco al principio, tal y como las gotas de agua preludian la tormenta y mucho más rápido después) desatan una brutal sensación de paranoia en los protagonistas, hasta el punto de que realidad y ficción se funden en agónica tragedia para nuestros héroes. El “malrollismo” va

En esta película de John Carpenter, como suele ser habitual en él pero no obligatoriamente en toda su obra, no hay concesiones a los finales felices o la esperanza: algo que también formaba parte de las historias de Lovecraft. Aquí, queridos todos/as, no está a salvo a nadie y todo el mundo paga de alguna forma su deuda con un destino que se asemeja a un remolino que no pueden controlar. En otro orden de cosas, hay que destacar que la modestia del presupuesto, de los recursos empleados por el cineasta, sin embargo, no lastra el resultado final de la obra, totalmente recomendable para los que buscan una historia de terror distinta, alejada de los manierismos del género. Aunque es una película que tiene casi 20 años, hay que admitir que ha envejecido muy dignamente por mucho que sus efectos especiales parezcan desfasados. El diseño de las criaturas, sin embargo, a mi me parece muy bueno: prefiero los animatronics (apenas vislumbrados entre sombras) de “En la boca del miedo” antes que los personajes digitales de la mucho más reciente “La Sombra Prohibida”, también de temática lovecraftiana. Y lo que es más importante, en esta película los seres más terribles no tienen que hacer gala de sus poderes ni comerse a nadie para liarla pardísima entre bastidores, su fuerza y su presencia se intuye en la cadena de acontecimientos de la historia.



La crítica al poder y al consumismo también tienen cabida en el largometraje. La paliza propinada por un demoníaco policía a un mendigo es uno de los guiños con los que Carpenter adereza su creación, por no mencionar que el cuartel general del enloquecido Sutter Cane en Hobb´s End es una tétrica iglesia (escenario típico del género que en manos del director cobra un nuevo significado) protegida por dóbermans. Los fanáticos lectores del escritor también son representados como seres maléficos obsesionados por la obra de Cane. La institución del manicomio también tiene connotaciones bastante pesimistas al mostrarnos al protagonista, un aparentemente enloquecido John Trent, como el único paciente recluido en las instalaciones que nosotros, como espectadores omniscientes, sabemos que es el último individuo cuerdo en determinado momento de la narración.

En suma, dadle una oportunidad a este pequeño gran clásico del terror noventero más artesanal si os gustan las historias de H.P Lovecraft y el terror cósmico, encontraréis ciertos guiños al autor bastante simpáticos y pasáreis un terrorífico buen rato. Para mí es muy agradable de revisitar de vez en cuando y disfrutar de una historia distinta bien contada, idónea para ver durante una noche lluviosa.

1 comentario:

  1. llevo años buscando el nombre de esa película que vi de niña, muchas gracias

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