jueves, 15 de agosto de 2013

Redd Inc. (Inhuman Resources)






Título original: Redd Inc. (Inhuman Resources)
Año: 2012
Duración: 93 min.
País: Australia
Director: Daniel Krige
Guion: Jonathon Green y Anthony O’Connor
Música: Michael Yezerski
Reparto: Nicholas Hope, Kelly Paterniti, Sam Reid, Alan Dukes, James Mackay, Hayley McElhinney, Daniel Krige, Travis James Annabel, Travis Cotton, Aleks Eydelman, Molly Knight, Kim Knuckey, Bridie Latona, Tom Savini, Katherine Shearer, Felix Williamson, William Zappa.











Cuando Annabelle despierta, se da cuenta de que ha sido secuestrada, está atada en una silla, en una extraña habitación con ordenadores y con 5 personas en su misma situación a las que no conoce de nada. Entonces aparece Thomas Reddman, un hombre que fue acusado de asesinato e internado en un centro de salud mental, ellos han sido traídos porque todos fueron testigos del asesinado y ahora deben demostrar que él era inocente, porque si no, todos morirán.




Así la productividad aumenta, de verdad que sí...

Esta película se sitúa entre esas que ves sin ninguna esperanza de que te vaya a gustar demasiado, y acaba sorprendiéndote gratamente… principalmente, porque mi incursión con el cine gore (o simplemente de terror) Australiano nunca ha dado buenos resultados, más bien han sido nefastos, pero esta vez no fue así.
No es que esta película sea la panacea del género, pero logra entretener y su historia es relativamente original. Un ‘jefazo’ de una empresa, que es culpado de un asesinato que no hizo, se venga de los testigos que le señalaron como criminal. Pero se venga de una curiosa forma, los secuestra y los lleva a una oficina, donde atados a las sillas y con ordenadores delante, les obliga a trabajar en su caso para demostrar que él era inocente. Les da de comer, les deja sus horas de descanso, les lleva al baño… un trabajo de oficina casi normal, vaya, pero si incumplen sus normas, les hace un corte en la cabeza, y cuando sean 5 faltas, los matará. Tendrán que darse prisa en trabajar en el caso y averiguar que sucedió si no quieren morir.



Entre nuestros protagonistas, tenemos a una vidente que jura que Reddman era el asesino, el policía que llevó el caso, un abogado y varios testigos que aseguran le vieron con un hacha en la mano y un cadáver decapitado a sus pies. Entre ellos, nuestra protagonista, que de casualidad se encontraba allí y vio el crimen. Ella es la chica dura, la llamémosla ‘empleada rebelde’ que llevará la situación (¿por qué Reddman jura tan tajantemente que él no ha sido?) e intentará tanto resolver el caso, poniendo la visión de todos en común, como urdir tretas para escapar de allí con vida.



¡Yo soy vuestro nuevo jefe!

Las muertes, sin ser las más originales, están muy bien hechas. Y la de la vidente es buena, muy buena, a esto se una mi particular odio hacia esta gente (cosas mías, además, la tiparraca de la película se lo merecía), ¡atención también a la escena de la astilla en la uña! Así que de gore andamos bien, no temáis. Además, no es gratuito, está hilado con la trama y bien llevado. Pero es que a esto le sumamos que el actor que ejerce de Reddman lo hace realmente bien, creando un personaje sádico, asesino, borde y meticuloso. Engancha su interpretación y su personaje de psicópata, y eso sube muchos puntos al poder ‘empatizar’ con él (ya me entendéis, rollo Freddy, que te cae bien y quieres saber que fue de su pasado y que mate a gente de formas originales, pues aquí de forma similar).
En cuanto a la ambientación, ya imaginareis que es más bien escasa, apenas un cuarto que podría ser el de cualquier oficina, el cuarto de baño y el despacho del jefe (nuestro querido señor Redd). Ahí es donde se sitúa toda la acción y no hace falta más.


¡Os juro que yo no lo hice!

No es que el final sea el más increíble, más bien al revés. Uno ya intuye nada más empieza que una de las personas que está ahí encerrada tendrá bastante que ver. El problema que le veo (podríamos decir casi el único) es que en el giro final se da importancia a un personaje que en un principio era bastante plano, y se le empiezan a atribuir características que no nos creemos demasiado y que plantean algunas dudillas. Pero bueno… se le perdona.
Por otra parte, la película cuenta con ‘otro final’, podríamos llamarlo el ‘final Disney’, en el que las cosas se reestablecen y la gente paga por lo que ha hecho (cuando la veáis lo entenderéis) pero sigue arrastrando el problema ya citado, y es que nuestro jefe psicópata y la chica rebelde son buenos, pero este otro personaje que aparece, sigue sin convencer…



En definitiva, una película bastante recomendable para los que nos gusta el género, no hay que ir a verla con grandes expectativas, es mejor que te sorprenda, como me pasó a mí.
Tiene su punto fuerte en el papel carismático del psicópata (¿habrán secuelas con él?) y puede flojear un poco con el desenlace, además de que tampoco innova. Pero yo ya en este género no pido milagros, simplemente diversión, que me enganche, y me lo pase bien viéndola. Y si ya sus escenas de gore son abundantes y buenas, pues oye, mucho mejor.




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