martes, 9 de octubre de 2012

Rebobine, por favor (Be kind rewind)







Título original: Be kind rewind
Año: 2008
Duración: 101 min.
País: EEUU
Director: Michael Gondry
Guion: Michael Gondry
Música: Jean-Michel Bernard
Reparto: Jack Black, Mos Def, Danny Glover, Mia Farrow, Melonie Diaz, Irv Gooch, Chandler Parker, Arjay Smith, Quinton Aaron, Sigourney Weaver, P.J. Byrne, Matt Walsh, Paul Dinello, Anthony Guerino.









Mike (Mos Def) se queda como encargado del videoclub durante unos días, todo parece que va bien, pero cuando su amigo Jerry (Jack Black) entra estando magnetizado, a consecuencia de una descarga eléctrica que sufre en una planta de electricidad, y se carga todas las cintas del videoclub, vendrán los problemas. Ya no pueden alquilar las cintas porque se han borrado todas, así que deciden que las grabaran ellos mismo. ¡Si nadie se dará cuenta!
Y dicho y hecho, cámara en mano se dedicaran a hacer sus versiones de las cintas más conocidas. Y la cosa salen mucho mejor de lo que ellos se esperan...



Jack Black (Jerry), la pesadilla de cualquier dependiente de videoclub (bueno, de los pocos que quedan y de los que ofrecían cintas VHS) se carga todas las películas del negocio que atiende su amigo. ¿Solución? Pues volver a grabarlas, pero por ellos, de un modo casero.
La premisa de la cinta es sencilla y se mete en un tema que me encanta en el cine, que es cuando este homenajea al cine. El cine dentro del cine, vaya.
Se nota en cada fotograma de esta película que el director ama al cine, el cariño que siente por el. Al fin y al cabo, esto es un homenaje, a su manera, a la historia del cine.
Todas las versiones que se hacen, se realizan desde el cariño, estás deseando ver cual será la siguiente película que “interpretaran” y como lo harán. Y piensas que no es tan mala idea y que a ti también te gustaría formar parte del equipo y “suecar” (termino creado por Jerry para llamar a sus nuevas versiones) las cintas que más te gustan.
Todo esto, acompañado del jazz, de la historia de Fats Waller, un viejo cantate de jazz de la localidad que falleció, y que encanta a nuestros protagonistas.
La historia en si no es que innove demasiado, un videoclub de los de antes, de cintas VHS, que tiene unos dueños que aman su trabajo, pero que ven que el paso del tiempo les ha hecho estar desfasados y que la gente busca otras cosas. Para colmo, van a demoler el edificio y perderán todo lo que tienen. Así que toca buscar alternativas, las que sean. Y Jerry dará la clave, involuntariamente.



Todo en la película tiene un encanto especial, como el de las viejas películas de los 80 de no mucho presupuesto, pero con alma propia. Se trata de una comedia entrañable, con personajes que te llegan.
Tenemos a Jerry, ese tío loco obsesionado con que el gobierno le manipula la mente mediante una planta eléctrica, pero que realmente es un cachondo con mala pata, pero buenas ideas. Interpretado estupendamente por el gran Jack Black.
El dueño del videoclub, el Sr. Fletcher, es un abuelete encantador, fan del jazz y que adora el cine pero que se da cuenta que los tiempos cambian, el DVD se impone, y con el, otra manera de ver cine, así que, debe modernizarse o morir. Ya que aunque no le guste admitirlo, regenta un videoclub en decadencia.
Y el dependiente del videoclub, Mike, un joven mucho más cuerdo y sensato que su amigo Jerry.
A destacar que los actores bordan sus interpretaciones, en especial (en mi opinión) Jack Black, al que estos papeles siempre le van genial.


Mike y Jerry viven las películas que hacen, y más adelante, todo el barrio. Es una auténtica gracia ver esas versiones tan originales y los pequeños detalles con los que hacen los efectos especiales y la cinta en general. Esa genial idea de Jerry de poner en negativo la cámara para hacer las escenas de noche y fotocopiarse las caras en negativo para hacerse caretas y que quede bien después, o los efectos caseros de caídas, las perspectivas, o como hacen que parezca que se ve el mundo boca arriba. Todo muy versión cutrecilla, pero encantadora.
Entre ellas podemos disfrutar de particulares versiones de “Los cazafantasmas”, “RoboCop”, “2001. Una odisea en el espacio”, “Carrie”, “Paseando a Miss Daisy”, “Hora Punta 2”… o incluso una de dibujos, como “El rey león” (sí, sí… se puede, mirad la película y veréis)




Y es increíble la rabia que sientes tu también cuando aparecen los defensores de la propiedad intelectual y les destruyen todas las cintas (papel que encarga Sigourney Weaver, a todo esto). Pero lejos de dejar de hacerlo, deciden que pueden seguir pero creando sus propios guiones. Así que, inspirándose en la vida del cantante de jazz Fats Waller, construyen una última película, contada a su manera, como ellos querían que hubiese sido su vida. Al fin y al cabo, es su película, su historia, son dueños de ella.



La película empieza con un tono cómico, que a lo largo de la cinta, mientras todos los vecinos se unen a “suecar” películas, va cambiando a uno nostálgico, agridulce al final. Aunque igual de entrañable que el resto de la cinta. Y que por desgracia, te lleva a la realidad… las cosas no se solucionan milagrosamente en los minutos finales como dice Hollywood. Pero admito que a mi me encantó y me llegó.


En definitiva, la película es original, bastante diferente, con un punto muy ochentero, y por ese motivo puede no gustar a todos... o te enamora nada más empezar o seguramente no la aguantes, es así.
Pero si amas al cine, estoy seguro que no te defraudará. Porque igual no hemos grabado nuestras propias versiones de películas, pero ¿quién no se ha imagino como protagonista de su cinta favorita? ¿O cambiado el final por uno que le gustase más? Todos “suecamos” películas al fin y al cabo. Y ahí está el encanto de la cinta.



1 comentario:

  1. Genial, la peli es totalmente genial xD sobretodo cuando se ponen a grabar las pelis, q ya en la primera te partes "Ghostbusters", es totalmente genial

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